A los 22 años, Loni sintió que había tocado fondo. Cansada de vivir de fiesta en fiesta, decidió dar un vuelco y comenzar una vida sana.
Tres años después, asegura que se siente otra persona.
Su blog y su cuenta de Instagram se volvieron inmensamente populares. En ellos, la joven australiana muestra su transformación y aconseja que sigan su camino.
Su alimentación gira en torno a la banana. A veces la come sola, a veces combinada con otras frutas y en licuados. Así, puede llegar a comer 20 en un solo día.
En una jornada común, desayuna media sandía, seis naranjas, uvas, manzanas, ananá y banana. Para el almuerzo, un litro de licuado de frutas compuesto de al menos seis bananas, agua, dátiles y bayas.
Recién para la cena pueden aparecer alimentos no frutales. Por ejemplo, una ensalada que eventualmente puede tener papas horneadas.
Si su dieta despertaba críticas cuando mostraba fotos suyas con su diminuta cintura, desató un verdadero escándalo cuando contó que estaba embarazada de seis meses y aun así continuaba con el régimen.

Nutricionistas aseguran que su alimentación no tiene nada de saludable y que con ella pone en riesgo su vida y la del bebé. Entre otras cosas esenciales, carece de proteínas y de diferentes vitaminas y minerales necesarios, como hierro, calcio y cinc.
Esto podría causarle osteoporosis a ella y a su hijo, además de corroerle los dientes por la gran cantidad de ácido de las frutas.