Fernando Filgueira, subsecretario de Educación y Cultura, resaltó la importancia de los aportes que han hecho a la enseñanza las empresas privadas y la sociedad civil. En particular, destacó la labor que desarrolla la Fundación Salir Adelante, de la B’nai B’rith, con el objetivo de democratizar la educación media, “un compromiso que como sociedad nos hemos hecho hace muchos años y en el que venimos fallando”.

 

Asimismo, el jerarca recordó que la combinación de esfuerzos entre el Estado y el sector privado posibilitó la universalización de la enseñanza primaria a comienzos del siglo XX. “El Estado fue líder y motor, pero también hay algo de mito en eso. En ese momento hubo fuerte apoyo empresarial y de la sociedad civil. Fue un esfuerzo de la aldea toda”, sostuvo.

 

Filgueira formuló estas apreciaciones durante una reunión organizada para analizar la realidad de la educación uruguaya por parte de la Fundación Salir Adelante, que desde hace seis años promueve la igualdad de oportunidades educativas para adolescentes que cursan con éxito el primer año de Bachillerato en liceos públicos y que provienen de hogares en situación socio-económica vulnerable. La organización, que brinda a los jóvenes herramientas para que puedan culminar la educación secundaria, cuenta con el respaldo de empresas y de instituciones públicas y privadas.

 

El encuentro, llevado a cabo en la sede de la B’nai B’rith, contó además con la participación de Adriana Stainfeld, directora de la fundación; Carlos Lecueder, director del Estudio Luis Lecueder, y Jana Rodríguez Hertz, profesora de la Facultad de Ingeniería. También fueron parte de la actividad jóvenes que recibieron apoyo de Salir Adelante.

 

Durante su exposición, Stainfeld señaló que la organización busca acompañar a aquellos jóvenes que quieren estudiar y explicó que a los alumnos que deseen ingresar al programa se les exige un promedio mínimo de 9.

 

Esta característica es desatacada por los egresados del programa. “Normalmente la ayuda se suele dar a quienes tienen calificaciones bajas”, dijo Deni Senna, pero en el caso de la fundación se orienta a alumnos que realmente están comprometidos con sus estudios, resaltó.

 

“Tener buenas calificaciones no implica tener una vida cómoda o todos los recursos necesarios”, apuntó por su parte José Saravia, quien contó que recibió apoyo psicológico y contención al momento de ingresar al programa, que era lo que necesitaba en ese momento. “Salir Adelante busca los diamantes en bruto para pulirlos”, agregó.

 

Entre 2009 y 2014, el 87% de los jóvenes que egresó del programa finalizó el Bachillerato y hay un 13% que debe rendir exámenes para terminarlo. El 98% de los egresados continuó su formación con estudios terciarios.

 

En tanto, desde su lugar de empresario que brinda primeras oportunidades laborales a egresados de la organización, Lecueder señaló que la función de Salir Adelante es la de “generar a los jóvenes la sensación de que el país tiene otro camino a seguir, que se abren oportunidades”.

 

Por otro lado, la profesora Rodríguez Hertz se refirió a la necesidad de democratizar la educación y lo graficó con un ejemplo deportivo: en rugby a Uruguay le va mal porque solo lo practican algunos, pero en fútbol es exitoso porque todos los estratos sociales lo juegan. “Por eso hay que incluir a todos”, concluyó.

 

En la página web de la Fundación Salir Adelante se pueden descargar más datos sobre los resultados del programa desde 2009 a 2014: www.saliradelante.org.uy