La necesidad de contar con respaldo gubernamental para generar condiciones de desarrollo y garantizar el acceso de la población a medicamentos de calidad fue el eje central de la XXXIX Asamblea Anual de la Asociación Latinoamericana de Industrias Farmacéuticas (ALIFAR).

El encuentro reunió en Montevideo a representantes de laboratorios de toda la región, que expresaron su preocupación por las exigencias europeas para permitir el ingreso de los fármacos desarrollados en América Latina, las objeciones a los biosimilares, la competencia las multinacionales y las diferentes condiciones aplicadas en cada país para los fabricantes nacionales y los extranjeros.

Frente a las negociaciones comerciales que llevan adelante los países del Mercosur con la Unión Europea, ALIFAR dirigió un mensaje a los gobiernos del bloque instándolos a que “no acepten nuevos y más altos estándares de protección y observancia de propiedad intelectual que vulneren las flexibilidades contempladas en el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual, y que limitan el acceso a los medicamentos. La propiedad intelectual no es una moneda de cambio para ninguno de los países de nuestra región”.

En la Declaración de Montevideo, los representantes de los laboratorios expresan la importancia de respaldar el desarrollo local de biosimilares, que han recibido objeciones de las multinacionales en el marco de lo que ALIFAR califica como “una campaña de desprestigio”.

“ALIFAR advierte sobre las prácticas desleales de los laboratorios multinacionales productores de medicamentos biotecnológicos que restringen la competencia monopolizando el mercado de productos de alto costo, limitando el acceso de la población a medicamentos biosimilares de calidad, seguros, eficaces y a precios accesibles, elaborados por la industria latinoamericana”, señalan.

El documento concluye con una solicitud de la asociación a las autoridades sanitarias de cada país de América Latina para que “establezcan mecanismos de control de calidad de los medicamentos que se importan a los mercados de la región, a fin de mantener el equilibrio y garantizar la salud de la población, exigiendo que se apliquen a las empresas importadoras los mismos requisitos, condiciones y controles que se aplican a los laboratorios localmente establecidos”.