El Ministerio del Interior (MI) brindó este lunes 25 los últimos datos respecto al abordaje de situaciones de violencia de género desde esa cartera. Se registraron 27 femicidios -la misma cifra que en 2012- y 20.650 denuncias. En 9 meses se aplicaron 77 tobilleras.
A nueve meses de iniciada la implementación de las tobilleras electrónicas, la directora de Políticas de Género del MI, Marisa Lindner, informó que entre el 1° de febrero y el 21 de noviembre de 2013 la Justicia había ordenado la colocación de 77 tobilleras (una de ellas a una mujer). El 57% de estos dispositivos (44 tobilleras) continúan activos.
La jerarca detalló que «solo en 5 casos las víctimas solicitaron la desinstalación del dispositivo, pero en 2 casos debieron volver a ingresar al programa», porque corría riesgo su vida. La clave para que este dispositivo funcione es que «la víctima se comprometa con el proceso que implica la colocación y seguimiento de esta herramienta».
Lindner recordó que durante el uso de la tobillera electrónica intervienen cinco actores: 1) la Justicia que dispone su colocación, tanto al ofensor, como a la víctima; 2) el monitoreo del AVG; 3) el apoyo de la Policía Comunitaria, que visita a la víctima y al ofensor y pauta un plan de trabajo con ambos, por separado; 4) la respuesta de los patrulleros, ante cualquier alerta; 5) la atención y rehabilitación por parte de los equipos del MIDES, en coordinación con el MI.
En un 90% de los casos, las tobilleras fueron dispuestas por juzgados especializados en violencia doméstica; el 10% restante fue a través de juzgados penales. A su vez, en un 47% de los casos pesaba sobre el ofensor una medida cautelar. Y 45% de los agresores tenían procedimientos previos, no necesariamente vinculados a violencia doméstica.
Por último, Lindner destacó que «en el 100% de las transgresiones a las medidas de alejamiento -que suponen las tobilleras- la policía respondió y evitó el acercamiento» del ofensor a la víctima.
El ministro Eduardo Bonomi consideró que el uso de las tobilleras tiene una «valoración altamente positiva» y adelantó que en 2014 se extenderá su implementación a los departamentos de Canelones y San José.
Bonomi reflexionó sobre la necesidad de que exista un «cambio cultural» para terminar con la violencia de género, más allá de las políticas públicas y dispositivos que se pongan en juego para prevenir y abordar cada situación de este tipo.
El jerarca destacó también las numerosas capacitaciones de sensibilización en Violencia basada en Género para funcionarios policiales, así como la contención psicológica y tratamientos para policías que hayan cometido violencia doméstica.
Unos 225 policías (146 varones y 79 mujeres) se han capacitado en el marco del programa de lucha integral contra la violencia de género, mediante el convenio que tiene el MI con la UdelaR. También han recibido sies cursos de capacitación sobre respuesta policial y mejora de la atención en Cerro Largo, Colonia y Paysandú, entre otros puntos del país; así como especializaciones y posgrados en Género y Políticas Públicas, indicó el ministro en su rendición de cuentas.
Por su parte, el director del Observatorio de Violencia y Criminalidad, Javier Donnángelo, informó que en el último año hubo 51 homicidios cuyas víctimas fueron mujeres. Sobre este total, el 53% (27) tuvieron como causal de muerte un hecho de violencia doméstica. El otro porcentaje alto es que 24% fueron víctimas de hurto o rapiña.
Tanto en 2012 como en 2013, 27 mujeres fueron asesinadas por varones en todo el país, es decir: una cada 14 días, en promedio. A esto debe sumarse el registro de una tentativa de homicidio cada 9 días.
La mayor tasa de homicidios se registra en el departamento de Rocha. Le siguen Florida, Tacuarembó, Flores, Rivera y Canelones, entre los primeros porcentajes de una muerte cada 10.000 mujeres como tasa anual.
A su vez, el 49% de las víctimas fue asesinada por su pareja o su expareja. Un 30% de los crímenes tuvo lugar en el domicilio compartido por la víctima y el ofensor, mientras que un 24% ocurrió en la vía pública.
El mayor porcentaje de víctimas (poco más del 30%) tiene entre 30 y 40 años de edad; un 15% tiene entre 21 y 30 años.
La mayoría de los ataques ocurrieron los días sábado (28%), un 19% los lunes y un 17% los domingos. El incremento de los homicidios domésticos durante los fines de semana, Donnángelo lo vinculó al mayor consumo de alcohol como «un factor de riesgo para la violencia interpersonal», sumado a que «las parejas tienen más tiempo para estar juntas».
En cuanto al tipo de agresión, el 43% de los homicidios domésticos fue producido por heridas de arma blanca, mientras que un 35% fue con armas de fuego, 9% por ahogamiento y 2% por golpes con objetos contundentes. «Para consumar el homicidio de una mujer es posible valerse con elementos de menor poder de destrucción, que no sean armas de fuego», analizó el jerarca.
También se informó que en un 72% de los casos no existía registro de denuncias previas contra el agresor, mientras que un 24% sí contaba con denuncias previas. De todas maneras, Donnángelo enfatizó que se deben tomar estos últimos porcentajes «con cautela» porque «es probable que estos datos estén subregistrados».
El funcionario también señaló un posible «subregistro» en las 20.650 denuncias de casos de violencia doméstica tomadas en los primeros diez meses de 2013, porque se trata de uno de los tipos de delitos «que se denuncian menos -dijo-, aunque constituye la modalidad delictiva más importante después de los hurtos», detalló.
Las 20.650 denuncias significan 68 denuncias diarias: una cada 21 minutos; cifras «muy por encima de las denuncias por rapiñas». Cuando comenzaron a registrarse estos casos de violencia dentro de su especificidad de género, en el año 2005, hubo unas 5.612 denuncias.
Si bien las cifras indican un «crecimiento continuo y acelerado de manera notoria en los últimos dos años», esto «no puede ser interpetado como un aumento sustantivo del fenómeno -remarcó Donnángelo- sino un aumento del registro por la mejora de la modalidad de este procedimiento».
Asimismo, el director del Observatorio de Violencia y Criminalidad destacó el «cambio de sensibilidad de la institución policial» en el abordaje de estos casos y subrayó el rol de la División de Políticas de Género en este sentido.
El Servicio Nacional de Orientación y Apoyo a Mujeres en situación de Violencia Doméstica cuenta con una línea fija (0800 4141) o desde Ancel y Movistar puede marcarse *4141. En caso de emergencia se puede llamar al 911 (desde el Interior: 4 + característica del departamento + 911). Fuente: UyPress