Cerrar los ojos, sin dormir, durante unos minutos después de memorizar algo nuevo ayuda mucho a retener lo aprendido.

Michaela Dewar, psicóloga de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) a cargo del estudio, explica que el momento en que se escucha y repite la información que una persona quiere recordar es solo el primer paso en la consolidación de la memoria. «Otros procesos neurales tienen que ocurrir tras este estadio para que los individuos puedan recordar la información más tarde».

Y su estudio encontró que descansar sin dormir inmediatamente después de memorizar algo ayuda a recordar mejor en el corto y largo plazo.

DESCANSO PARA EL RECUERDO. Para llegar a dichas conclusiones los expertos realizaron un experimento. Un grupo de voluntarios de 61 a 87 años escuchó dos historias y los investigadores les pidieron que recordaran la mayor cantidad de detalles posibles. Inmediatamente a continuación, los participantes describieron lo que pasó en la historia.

Luego fueron divididos en dos grupos. Una mitad descansó durante 10 minutos en una habitación oscura, donde pudieron pensar en lo que quisieran sin ninguna interferencia ni interrupción del exterior. El resto jugó un videojuego donde debían encontrar las diferencias entre dos imágenes muy similares.

Todos los voluntarios volvieron a relatar la historia media hora y una semana más tarde, y en ambas ocasiones los que más detalles recordaron fueron los que descansaron tras el período de memorización.

Dewar considera que «nuestros hallazgos sugieren que la formación de la memoria no se completa en unos segundos. Por el contrario, nuestro estudio muestra que las actividades que se realizan en los primeros minutos después de aprender nueva información puede realmente afectar como recordaremos esos datos una semana después».