«La maldición de los premios Oscar», es una leyenda urbana bien conocida en Hollywood; de acuerdo a ella quienes ganan la estatuilla reciben infortunios como divorcios, fracasos, muerte o fin de sus carreras.

Desde 1929 la Academia del cine premia con estatuillas a una constelación de artistas del séptimo arte sin embargo el hombrecillo dorado no parece garantizarles la aclamación eterna de los dioses.

Desde hace un buen tiempo «la maldición de los Óscar» ha ido cobrando historias. Quizás la primera de ellas fue Mary Pickford, quien recibió en 1930 el Óscar a la Mejor Actriz por Coquette, sin embargo después de su papel en el cine mudo no logró cautivar al público y termino en el olvido.

Louise Rainer, fue la primera en ganar dos estatuillas en dos años consecutivos (1937 y 1938), después de ello solo filmó una película más.

Más o menos pasó lo mismo con Frank Murray Abraham cuyo papel en Amadeus se robó la atención de la crítica y le valió el Oscar a Mejor Actor, uno de los ocho premios con que arrasó la película, después tuvo una interpretación más y se fue al olvido.

Whoopi Goldberg ganó un Oscar por su papel de medium en Ghost también nominada a mejor película, desde entonces solo se le ha visto conduciendo ceremonias, pero su trayectoria como actriz parece haber acabado.

Rescatando una historia más reciente, Roberto Benigni obtuvo el premio como mejor actor en La vida es bella , en 1999. Poco tiempo después decepcionó a la crítica del cine con sus siguientes actuaciones.

Un caso realmente dramático es el de Jennifer Hudson, la ganadora de un Oscar por su actuación en Dreamgirls, que un año después vivió una historia espantosa cuando fueron encontrados asesinados en su casa su madre, su hermano y la desaparición de su sobrino que finalmente apareció muerto con un tiro en la cabeza; todo a manos del exesposo de su hermana, un exconvicto por intento de homicidio y otros muchos cargos.

La maldición alcanza también a las historias de amor, incluso un estudio difundido en 2011 asegura que una actriz premiada dura en promedio unos 4,3 años, en comparación con otras actrices no galardonadas por la academia.

Un ejemplo de ello ha sido el caso de las actrices Julia Roberts, Reese Witherspoon, Hilary Swank, Sandra Bullock y Kate Winslet, quienes terminaron sus respectivas relaciones al poco tiempo de haber ganado sus primeras estatuillas.

Pero todas estas historias, supersticiones y leyendas son cada vez más numerosas, y en Hollywood ya todos sabes de que trata «la maldición de los Óscar».