Este martes, tres coroneles de la Guardia Nacional se negaron a cumplir las órdenes de su jefe de división, quien les exigió que incrementaran la represión contras los manifestantes en la ciudad de Valencia, al oeste de Caracas.

Estas acciones del gobierno chavista dejaron un saldo de al menos 19 muertos, cerca de 300 heridos y más de mil detenidos, entre ellos presos políticos, como el caso de Leopoldo López.

Esta actitud de los coroneles se suma a la de tantos otros que en los últimos días se han estado resistiendo a intensificar la ola represiva contra los manifestantes, según una serie de informes recogidos en los últimos días.

Según consigna El Nuevo Herald, los tres miembros de la Guardia Nacional Bolivariana se encuentran prófugos, luego de ser defendidos por personal de la base militar que se negó a cumplir la orden de arresto emitida por su oficial superior.

Los coroneles en cuestión son Richard Solórzano, Felipe Tovar y Elio Malpica, quienes habían recibido la instrucción de redoblar la represión para terminar de «aplastar» las movilizaciones que se desarrollaban en Valencia.

Ante su negativa, el general de Brigada Arquímedes Jesús Herrera Ruso fue quien ordenó la detención de los tres subordinados, de acuerdo con lo confirmado por el general Carlos Julio Peñaloza, ex comandante general del Ejército, a ese medio norteamericano.

«El general (Herrera Ruso) llamó a la DIM (Dirección de Inteligencia Militar) para que los vinieran a buscar (y se los llevaran detenidos), pero en el ínterin, oficiales subalternos los liberaron y se evadieron», narró Peñaloza.

Además de la intensa represión impuesta por el gobierno de Nicolás Maduro, existe una gran cantidad de denuncias por torturas, principalmente sobre la sede Regional Nacional 2 de la Guardia Nacional. En esa línea, el presidente de la Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), el teniente José Colina, aseguró que la GNB y las organizaciones paramilitares que responden al chavismo –conocidas como colectivos– han cometido numerosos delitos de lesa humanidad contra los detenidos. El Nuevo Herald / Infobae