La crisis ucraniana sufrió un recrudecimiento de la tensión con los asaltos protagonizados por separatistas prorrusos, que desde el domingo mantienen en su poder el edificio de los servicios de seguridad (SBU) en Lugansk y de la administración regional en Donetsk, grandes ciudades del este rusófono de Ucrania.
El presidente interino de Ucrania, Olexandre Turchinov, prometió este jueves amnistiar a los militantes prorrusos atrincherados en el este de Ucrania si «deponen las armas», mientras su homólogo ruso Vladimir Putin blandía ante los europeos la amenaza de cortar el gas.
Putin dijo este miércoles que su idea era reconvertir a Ucrania en una federación donde las regiones del este podrían establecer sus propias relaciones diplomáticas y comerciales con Rusia, algo que rechaza Kiev.
Paralelamente, Putin escribió a 18 dirigentes europeos para advertirles que el grupo ruso Gazprom «se verá obligado a pedir un prepago de los suministros de gas (a Ucrania), y en caso de no respetarse las condiciones, cesar total o parcialmente el abastecimiento de gas». Infobae América