Ante la aprobación, en la Comisión de Salud del Senado, de un proyecto de ley dirigido a prohibir la exhibición de cigarrillos en los puntos de venta nuestra gremial desea expresar lo siguiente:
1. Reconocemos que el tabaco es un producto que debe ser regulado, como de hecho lo es, siempre y cuando se trate de una regulación racional, proporcional a los resultados esperados y respetuosa del conjunto de derechos establecidos en nuestra Constitución.
2. Recordamos que en Uruguay la publicidad de cigarrillos está prohibida, en forma casi absoluta, desde el año 2006.
3. El proyecto en cuestión está dirigido a prohibir, absolutamente, la exhibición de los paquetes de cigarrillos en los puntos de venta autorizados.
4. Nuestro país fue pionero en obligar a que las cajillas de cigarrillos legales lucieran, de ambos lados, imágenes sanitarias equivalentes al 80% de la superficie. Esa medida se tomóbajo el argumento de que la exhibición de esos envases, con esas imágenes tan impactantes, era positiva para los objetivos de salud pública. Sin embargo, ahora se pretende esconder esas imágenes ocultando las cajitas de la vista del público.
5. Es evidente que la prohibición de exhibición, que solo regirá para los cigarrillos legales, iguala a la actividad comercial formal con la informal. Premia al que está al margen de la ley y castiga al que quiere hacer las cosas bien. Si esa ley llegara a aprobarse el tratamiento comercial de un cigarrillo legal será igual al de contrabando. Ambos deberán esconderse pero unos serán más baratos que los otros por no pagar impuestos. Francamente no entendemos cual es la pretensión de los legisladores, cuando sabemos que el índice de contrabando en Uruguay ya alcanza arriba del 32% del mercado y las autoridades siguen negándolo.
6. En Uruguay la importación, fabricación, distribución y comercialización de cigarrillos es una actividad legal, legítima y severamente regulada, por lo tanto, no es admisible la pretensión del proyecto de condenarla prácticamente a la clandestinidad al prohibirse algo tan natural y lógico como la exhibición de su oferta en los puntos de venta autorizados.
7. Francamente nos desconcierta que al mismo tiempo que se anuncia la entrada en vigencia de la legalización de la marihuana se tomen este tipo de medidas tan extremas que prácticamente condenan a la clandestinidad al comercio legal de cigarrillos.
8. Pedimos a los señores legisladores que no cedan soberanía frente a la burocracia internacional que, desconociendo la realidad nacional, pretenden imponernos medidas tan drásticas que ellos mismos no aplican en sus propios países.
9. Estamos a disposición de los señores legisladores para contribuir a la búsqueda de soluciones que permitan cumplir con los objetivos de salud pública sin recurrir a algo tan peligroso como la prohibición. Se trata de mejorar los controles y la eficacia reguladora del Estado, no de ver quién es el mejor país de la clase.