Tal como adelantaron todas las encuestas, el presidente Juan Manuel Santos y el opositor Óscar Iván Zuluaga disputarán la segunda vuelta por la presidencia de Colombia. Con el 99,97 por ciento de las mesas escrutadas, Santos obtiene el 25,69%, mientras que Zuluaga (candidato de Uribe) va primero, con el 29,25 por ciento. Clara López, la izquierdista sorpresa de la jornada, obtiene el 15,23%, apenas superada por la conservadora Marta Lucía Ramírez (15,52%) y por adelante de Enrique Peñalosa (8,28%). El voto en blanco alcanza el 5,99 por ciento, mientras que hubo un 60% de abstenciones.

Los primeros datos oficiales confirman que ninguno de los dos candidatos ha alcanzado los votos suficientes para alzarse con la victoria este mismo domingo. El 15 de junio se verán nuevamente cara a cara.

Los centros de votación para las elecciones presidenciales de Colombia abrieron el domingo temprano, unos comicios en los cuales el presidente Juan Manuel Santos aspira a la reelección, con la que buscará concluir los diálogos de paz con las FARC.

 

Las urnas -a las que fueron convocados de forma voluntaria unos 32 millones de colombianos– abrieron a las 8, hora local (13 GMT), y cerraron a las 16 (21 GMT). Según la autoridad electoral, el escrutinio alcanzará 90% de los votos unas cuatro horas después del cierre de las urnas.

A su vez, unas 89.389 mesas fueron instaladas en 10.642 puestos de votación, según la Registraduría Nacional de Estado Civil, organismo encargado de la logística electoral.

El millón de votos obtenido por Peñalosa serán claves en la definición del ballottage

Confirmadas las proyecciones electorales, habrá necesidad de una segunda vuelta. Poco ha afectado en los resultados el escándalo que arreció en los últimos días por los vínculos de Zuluaga con el pirata informático Andrés Sepúlveda, detenido por la Fiscalía y acusado de acceder a información de inteligencia para sabotear el proceso de paz.

El diálogo con las FARC, que se celebra desde noviembre de 2012 en La Habana, ha arrojado ya acuerdos sobre tierras, participación política y drogas ilícitas, y los tres puntos de la agenda que faltan se concluirán en el mandato del próximo presidente, razón por lo cual el resultado de estas elecciones será trascendental para las negociaciones de paz.

Los candidatos han expresado que están dispuestos a mantener el proceso, pero, con excepción de Santos, los demás han planteado la necesidad de hacer cambios en las condiciones en que se negocia, que van desde el cese el fuego bilateral que propone López hasta el fin de toda acción criminal por parte de las FARC, que exigen Zuluaga y Ramírez.

Las bondades de la paz han sido corroboradas por los colombianos en la recta final de esta campaña, en la cual las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el segundo grupo guerrillero del país, declararon un cese el fuego unilateral entre el 20 y el 28 de mayo para no interferir en las elecciones de mañana.