UTE acaba de incorporar a su flota 30 camionetas eléctricas. Fueron presentadas la semana pasada en un acto donde se habló del comienzo de una “nueva era” y de la llegada de la “tecnología del futuro”.

Se trata de motores más limpios que los convencionales y además, según los técnicos, más eficientes. Pero el costo de estos vehículos los hace todavía inaccesibles para la mayoría de la población.

Entrevistado por En Perspectiva el presidente de UTE, ingeniero Gonzalo Casaravilla, explicó que la incorporación de 30 camionetas eléctricas a la flota del ente se enmarca en el plan de inversión que la empresa tiene. “Este tipo de vehículos son más económicos y mejoran el cuidado del medio ambiente en lo sonoro y en la emisión de gases de efecto invernadero”, comentó.

Invertir en este tipo de móvil “es un buen negocio, desde el punto de vista de una empresa que tiene que tener flota en la calle, la flota de utilitarios eléctricos cierra los números. Es una decisión económica y racional que toma la empresa”.

Cada camioneta “sale 42 mil dólares, frente a su equivalente térmica que cuesta 18 mil dólares. El costo de inversión es bastante importante, hablamos de un 1.200.000 dólares” pero “esta inversión es productiva porque se rentabiliza en el uso, la clave es usar las camionetas para poder descontar el costo operativo que es sensiblemente más económica”.

“UTE tiene hoy en día 1.700 transportes, de los cuales 750 son camionetas y de ellas unas 200 podrían ser el utilitarios eléctricos”, dijo Casaravilla el cual informó que la idea “es seguir con nuestro plan de inversiones e ir avanzando sin ninguna duda para ampliar la flota y bajar los costos de inversión”.

Interrogado sobre las ventajas del uso de esta tecnología, Casaravilla dijo que la más clara es que “son más económicos y mejoran el medio ambiente en lo sonoro y en la emisión de gases de efecto invernadero”.

“Estas camionetas tienen una ventaja en el costo operativo, entre 8 y 10 veces más barato que un auto térmico, llenar de energía a esos autos sale entre 36 y 45 pesos y otorga una autonomía de 170km, los motores eléctricos tienen menos mantenimiento que los que funcionan por combustión y el tiempo de reparación de un auto eléctrico es más corto”, agregó.

Uruguay ya tuvo experiencia de transporte colectivo eléctrico, como es el caso del tranvía y los trolebuses. Casaravilla opinó que esa experiencia se terminó porque “se juntaron una serie de factores, en especial la tecnología de trolebuses era muy vieja y no era el momento de recambiar la flota, subió el costo de energía eléctrica del país y en el mundo bajó el costo de petróleo. La coyuntura marcó el desarrollo del transporte eléctrico en aquellos años” pero “ahora podemos retomarlo”.

Los motores eléctricos “son muy flexibles y con las nuevas tecnologías de manejo se ha hecho más eficiente aún. La tecnología va ir entrando, es un tema de mercado”, sentenció. Espectador