El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, anunció que en un plazo de 90 días convocará a una instancia interinstitucional e intersectorial para elaborar el documento base que establezca la creación de un organismo destinado a la protección integral de hijos e hijas de personas privadas de libertad.
El anuncio fue hecho este miércoles 27 durante la presentación de la agenda con recomendaciones para la protección integral de hijos e hijas de personas privadas de libertad.

Las recomendaciones fueron formuladas por el equipo de trabajo del Proyecto «Apoyo a la consolidación de la reforma del sistema penitenciario» que lleva adelante el gobierno, a través del MI, con el Sistema de Naciones Unidas en Uruguay.

Bonomi indicó a Uypress que todavía no está claro de qué instancia institucional dependerá este nuevo organismo pero que, para comenzar a elaborar su estructura, la cartera del Interior se hará cargo de convocar a un «grupo focal» interinstitucional e intersectorial, que supone la participación de organizaciones sociales, asociaciones público-privadas, y actores gubernamentales.

«El Ministerio convocará a un grupo focal en un plazo máximo de 90 días para elaborar un documento que establezca la estructura de este organismo regente para la protección integral de los hijos e hijas de las personas privadas de libertad, donde figuren los cometidos de esta organización para la población objetivo del presente trabajo», anunció el jerarca.

Recomendaciones

En la Agenda de Recomendaciones presentada este miércoles en el Centro de Formación de la Cooperación Española, se destacan:

-Incorporar Planes de Tratamiento que tengan como eje la relación de las personas privadas de libertad y sus hijos, de manera de fortalecer los vínculos, buscando los mejores mecanismos de apoyo para el sostén y crianza de los niños, niñas y adolescentes.

-Implementar mejoras en los lugares donde se efectúan las visitas de los menores a sus progenitores en las cárceles, generando «espacios amigables».

-Incluir en el tratamiento de las personas privadas de libertad planes de trabajo que impliquen proyectos de vida y permitan su reinserción en la sociedad.

-Incorporar acciones preparatorias del egreso de la persona privada de libertad, la realidad de sus hijos/as y su entorno.

-Considerar las medidas alternativas a la prisión, evaluando en qué situación quedan los niños/as a cargo cuando sus progenitores son privados de libertad.

-Capacitar al personal penitenciario con elementos técnicos y de sensibilización para contener a los niños, niñas y adolescentes que visitan a sus madres o padres encerrados.

Consecuencias grandes para los más chicos

En el marco de la presentación, Gabriela Fulco, integrante del Proyecto, destacó que las hijas e hijos de personas privadas de su libertad son «víctimas secundarias del delito» que fueron «desatentidas durante un siglo».

La psicóloga destacó que estos niños, niñas y adolescentes presentan muchas veces serios problemas psicológicos, tales como: síntomas de ansiedad, trastornos del sueño, baja autoestima, inhibición, trastornos de conducta que, con el paso de los años, pueden resultar en hiperactividad, conductas desafiantes con la autoridad, y dificultades en el aprendizaje que generan rezago y repetición en la escolaridad.

Asimismo, se destaca la profundización -respecto a otros pares que no tienen a sus padres o madres presos- en la desubicación espacio-temporal. «Tienen serias preocupaciones sobre dónde están sus progenitores y a diario se preguntan ‘cuándo volverá mamá o papá’, pensando en que va a ser ‘mañana'», sostuvo la especialista.

También presentan signos de temor al rechazo social y a ser discriminados por la condición en la que se encuentran su referente adulto preso. «Por ello, esta población presenta mayores riesgos que sus pares de desarrollar problemas de salud mental y mayores posibilidades de desarrollar conductas delictivas», añadió Fulco.