«La Argentina es el país con mayor riesgo. En el último año, la incontrolable inflación, las elevadas tasas de interés y la difícil situación de recesión han forzado a los consumidores a recortar drásticamente sus gastos», planteó Moody’s en un reporte en el cual advirtió que «la desaceleración del crecimiento de la clase media, el motor de crecimiento de Latinoamérica, afectará las perspectivas de América Latina».

En el apartado correspondiente a la Argentina, la calificadora puntualizó que «los préstamos bancarios están disminuyendo. De hecho, la originación de préstamos ya ha caído un 20%-30%. El incumplimiento del gobierno con su deuda en julio limitará aún más las nuevas opciones de financiamiento para las empresas y conducirá a una mayor devaluación del peso, factores que se suman a las presiones inflacionarias».»Es también muy probable que la calidad de los activos de las titulizaciones respaldadas por deuda de los consumidores se deteriore», añadió Moody’s.

A nivel general, la calificadora determinó que «tras registrar una trayectoria ascendente constante durante la última década, el crecimiento de la clase media de América Latina se está moderando. Es probable que esta desaceleración en el crecimiento de la clase media tenga un amplio impacto económico, pero afectará especialmente a ciertas industrias».