Tabaré Vázquez, asume por segunda vez como presidente de la República Oriental del Uruguay, realizando un discurso que reivindicó los valores de «libertad y autodeterminación e integración» que inspiran la figura de José Artigas, considerado el prócer de la nación, como referencia para su Gobierno.
Durante su discurso de investidura ante la Asamblea General en el Palacio Legislativo, Vázquez recordó también los «30 años ininterrumpidos de democracia en Uruguay» y el papel esencial de Julio María Sanguinetti como primer presidente tras la dictadura (1973-1985).
De ésta manera Tabaré Vázquez optó por un discurso de integración, en donde incluso en la pantalla gigante ubicada estratégicamente en la Plaza Independencia, se mostró la figura de todos los presidentes de los últimos tiempos en democracia, como ser Sanguinetti, Lacalle, Batlle y Mujica, quien entregó hoy la «banda presidencial».
Su primer mandato fue entre el 2005 y el 2010, y ahora luego del paso de José Mujica como presidente saliente, asume nuevamente con nuevos desafíos, tanto en seguridad, educación y salúd pública, que han sido el «talón de Aquiles» de muchas críticas por parte de gran parte de la población.
Vázquez dijo que su gobierno se inspirará en el legado del prócer José Artigas (1764-1850), un caudillo inflexible en su lucha por la libertad, la república y los derechos de los más desposeídos, hoy venerado por todos los sectores políticos del país.
El nuevo presidente recordó que Artigas, tras vencer en una batalla contra los españoles en la época de la colonia, pidió clemencia para los vencidos, y usó esa imagen para una crítica directa al grupo terrorista Estado Islámico (ISIS): «Qué diferente al momento actual, donde se inmolan víctimas, se graban por televisión y tristemente se muestran como su fuera un espectáculo circense o deportivo».
En el Parlamento, escuchando el discurso de Vázquez, se encontraban los presidentes de Brasil, Dilma Rousseff; de Paraguay, Horacio Cartes; de Chile, Michelle Bachelet; de Perú, Ollanta Humala; de Ecuador, Rafael Correa, y de Cuba, Raúl Castro y Argentina, Amado Boudou.