En recientes reuniones que se han realizado en organismos públicos de nuestro país, han quedado en evidencia dos aspectos fundamentales, por un lado, la creciente violencia que se vive en varios aspectos de nuestra sociedad, siendo preocupante la violencia doméstica y sus diferentes formas, y por el otro la poca información y conocimiento que demuestran tener quienes están a cargo de las instituciones encargadas de abordar estos temas.
Por tanto conversamos con Lourdes Rapalin, con quien hace unos días comenzamos una serie de entrevistas que hablan sobre las maneras de manifestarse la violencia doméstica en nuestra sociedad, y que desde hace cuatro años está estudiando el tema junto a la Psicóloga Silvana Giachero, quien es especialista en el tema desde hace diez años, y por tanto han desarrollado congresos tanto en Uruguay como en otros países, en donde también ha participado Iñaki Piñuel (psicólogo, ensayista, investigador y profesor español). El próximo será en Mayo en Costa Rica.
- Partimos de la base que existe la violencia en el seno mismo de nuestra sociedad, ¿cuáles son algunas de sus manifestaciones?
Por un lado como sociedad nos molesta y despreciamos de manera creciente todas las formas de violencia, pero también es cierto que hemos refinado nuestra forma de ser violentos. No nos cuesta reconocer la violencia en los comportamientos ajenos, pero es enormemente dificultoso reconocerla, en los nuestros. La violencia es siempre y por defecto vista y reconocida antes en los demás que en nosotros mismos.
Este espejismo no conduce a la erradicación de la violencia sino a su transformación en formas más sutiles, indirectas y por tanto más aceptables.
La violencia psicológica dominante en las relaciones humanas actuales es el fruto de este mecanismo de desplazamiento.
- Violencia doméstica, ¿en qué consiste?
Violencia doméstica es toda acción que busca limitar sistemáticamente el libre ejercicio o goce de los derechos humanos de una persona, ejercida por otra persona con la que tenga o haya tenido un vínculo afectivo, ya sea noviazgo, matrimonio, concubinato o parentesco.
- ¿Algunos ejemplos?
La violencia física, que daña la integridad corporal de una persona. La violencia psicológica o emocional, que busca degradar a la persona, perturbar o controlar sus actos, creencias o decisiones, mediante la humillación, intimidación, aislamiento o cualquier otro medio que afecte su estabilidad psicológica o emocional.
También está la violencia sexual, que impone comportamientos sexuales a una persona mediante el uso de la fuerza, intimidación, coerción, manipulación, amenaza o cualquier otro medio.
La violencia patrimonial, que coacciona la autodeterminación de otra persona, por medio del daño, pérdida, transformación, sustracción, destrucción, ocultamiento o retención de bienes, instrumentos de trabajo, documentos o recursos económicos.
- ¿Y el Bullying?
El acoso escolar es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares.
El acoso escolar es una especie de tortura, metódica y sistemática, en la que el agresor sume a la víctima, a menudo con el silencio, la indiferencia o la complicidad de otros compañeros.
Este tipo de violencia escolar se caracteriza por una reiteración encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder en tanto que es ejercida por un agresor más fuerte que aquella. El sujeto maltratado queda, así, expuesto física y emocionalmente ante el sujeto maltratador, generándose como consecuencia una serie de secuelas psicológicas; es común que el acosado viva aterrorizado con la idea de asistir a la escuela y que se muestre muy nervioso, triste y solitario en su vida cotidiana. En algunos casos, la dureza de la situación puede acarrear pensamientos sobre el suicidio e incluso su materialización, consecuencias propias del hostigamiento hacia las personas sin limitación de edad.
- También hay otro concepto que se le llama Ciber bullying, ¿qué es?
El ciberbullying es el uso de los medios como Internet, telefonía móvil y videojuegos online para ejercer el acoso psicológico entre iguales. No se trata aquí el acoso o abuso de índole estrictamente sexual ni los casos en los que personas adultas intervienen.
Estamos ante un caso de ciberbullying cuando uno o una menor atormenta, amenaza, hostiga, humilla o molesta a otro/a mediante Internet, teléfonos móviles, consolas de juegos u otras tecnologías telemáticas.
Se define como acoso entre iguales en el entorno, e incluye actuaciones de chantaje, vejaciones e insultos de niños a otros niños.
El ciberbullying con el bullying o acoso escolar no son tan similares como podría pensarse. En ambos se da un abuso entre iguales pero poco más tiene que ver en la mayoría de los casos. El ciberbullying atiende a otras causas, se manifiesta de formas muy diversas y sus estrategias de abordamiento y consecuencias también difieren. Sí es bastante posible que el bullying sea seguido de ciberbullying. También es posible que el ciberbullying pueda acabar también en una situación de bullying, pero desde luego esto último sí que es poco probable.
- ¿Por qué es especialmente grave el ciberbullying?
Porque muchas veces se utiliza el anonimato, identidades falsas. La no percepción directa e inmediata del daño causado y la adopción de roles imaginarios en la Red convierten al ciberbullying en un grave problema.
- Y ahora el plato fuerte, ¿qué es el Mobbing?
Es un tipo de violencia que se está dando cada vez más en nuestro País, que es silencioso, un tipo de violencia que no deja rastros de sangre, pero puede llegar a la destrucción total del individuo.
Al Mobbing se lo conoce también como Acoso psicológico en el trabajo, nada tiene que ver con acoso sexual.
El Mobbing, acoso moral laboral, violencia psicológica que crece en el silencio, es la tortura psicológica a la que cada vez más trabajadores en nuestro país se ven sometidos por meses y años, desgastando su salud física, deteriorando su economía, desarmando sus vínculos y dañando, muchas veces irreversiblemente, su Psiquis. Por tanto se da en los ambientes laborales.
Aunque el concepto es relativamente reciente, el fenómeno, en sí, fue estudiado, por primera vez por el etólogo Konrad Lorenz, él observó el comportamiento de determinadas especies animales constatando que en ciertos casos los individuos más débiles del grupo se unían para atacar a otro más fuerte. Para definir esta situación se utilizó el verbo inglés “to mob” que se define como atacar con violencia, atacar, atropellar.
El profesor de alemán, Leymann – doctor en Psicología del Trabajo y profesor de la Universidad de Estocolmo, fue el primero en definir este término durante un Congreso sobre Higiene y Seguridad en el Trabajo en el año 1990:
“Situación en la que una persona ejerce una violencia psicológica extrema, de forma sistemática y recurrente y durante un tiempo prolongado sobre otra persona o personas en el lugar de trabajo con la finalidad de destruir las redes de comunicación de la víctima o víctimas, destruir su reputación, perturbar el ejercicio de sus labores y lograr que finalmente esa persona o personas acaben abandonando el lugar de trabajo«.
- Entiendo perfectamente el concepto, pero a ver… ¿Una empresa puede generar mobbing o son sus integrantes?
NO EXISTE una institución o empresa, que genere o desarrolle mobbing u hostigue a sus empleados, SIEMPRE el hostigador tiene nombre y apellido, es una persona, la cual la mayoría de las veces utiliza las condiciones de la empresa en la cual trabaja, para desarrollar su rol.
Existe ese mito de que son las empresas las que hostigan, y siempre respondo lo mismo, eso es un disparate, se debería ser muy poco inteligente para tener ganas de perder dinero, los empresarios lo que más quieren es que sus empresas sean rentables, y tener un hostigador que dañe psicológicamente a uno de los integrantes del equipo de trabajo, le genera costos y daños irreversibles a la empresa, por lo que les aseguro NINGUN EMPRESARIO quiere hostigadores dentro de su hábitat laboral.
- Me decías al principio que existen diferentes niveles de Mobbing, ¿cuáles son?
El mobbing, se puede dar en cuatro niveles, que son:
- Acoso horizontal, es entre compañeros.
- En forma descendente, mandos medios a subalternos
- En forma ascendente de subalternos, a mandos medios o inclusive al jefe, directo.
- En forma mixta.
El hostigador es una persona con un perfil perverso narcisista o paranoide, a quien le gusta el protagonismo y no posee ética a la hora de lograr sus objetivos que alimenten a su empobrecido ego.
No tienen sentimiento de culpa y sí, son inteligentes y seductores, se convierten en una verdadera amenaza para las empresas.
El 20 % de las víctimas se suicidan, siendo más hombres que mujeres. Si bien este flagelo afecta más a las mujeres y los acosadores son más los hombres.
No hay violencia física, no deja rastros de sangre, no deja hematomas, el Acoso moral es denominado “El crimen Perfecto”, porque es silencioso, no deja pruebas y es la persona misma la que decide suicidarse.
- ¿Cuáles son las estadísticas en Uruguay sobre el tema?
En Uruguay si bien no tenemos datos certeros, sabemos que ha venido creciendo de manera muy preocupante y venimos avanzando en el estudio del tema.
Tenemos que tomar consciencia que no solo afecta a la víctima, sino también a su familia, intoxica el clima laboral, a la empresa le genera grandes gastos económicos en ausentismo, rotación de personal, accidentes, juicios laborales, la perdida de mano de obra calificada, e inclusive si entrenamos, preparamos y damos herramientas se podría hasta disminuir los conflictos sindicales.
Así como muchas personas pierden el rumbo, muchos líderes también y por ende muchas de nuestras empresas, públicas y privadas, convirtiéndose en verdaderas máquinas de picar personas, por lo que debemos prestar suma atención a este fenómeno.
Empleados sanos y felices, generan empresas prósperas y empresas prósperas, generan países y gobiernos prósperos.
Pero para eso debemos educar, enseñar, y prevenir.
Estamos inmersos en una sociedad cada vez más deshumanizadora y deshumanizada, hay que empezar a sensibilizar a las personas, a tocar sus fibras más íntimas que hacen a nuestra naturaleza como seres humanos.
No podemos seguir permitiendo en nuestra sociedad TODAS ESTAS FORMAS DE VIOLENCIA que CONSTITUYEN UN ATENTADO CONTRA LA DIGNIDAD Y LA LIBERTAD del ser humano.