Como anticipo de una misión comercial que partirá a Chile el 12 de mayo, la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (Cuti) invitó a sus socios a participar de su primer Club de Internacionalización del año, donde autoridades y empresarios les brindaron información sobre el país andino y cómo insertarse en su mercado.

 

«El proceso de internacionalización de cualquier tipo de empresa tiende a ser complejo, no sólo por la preparación para ingresar a un mercado nuevo, sino por los pasos necesarios para entenderlo. En Cuti nos hemos propuesto llevar adelante una serie de iniciativas que contengan información de calidad que les permitan a nuestros socios tomar decisiones más educadas», explicó Mario Tucci, vicepresidente de la Comisión de Internacionalización de la gremial empresarial.

 

«Si bien la industria del software en Uruguay está bastante internacionalizada, al comercializar hacia el exterior casi la mitad de lo que se produce y alcanzar exportaciones anuales de US$ 300 millones, aspiramos a que esa proporción sea aún mayor», agregó. En esa línea, además de Chile, tercer destino de exportación de software uruguayo, Cuti planea desarrollar misiones comerciales a Colombia y Estados Unidos durante 2015.

 

En tanto, el embajador de Chile en Uruguay, Eduardo Contreras, resumió la situación económica del país, sus tasas de crecimiento y datos del sector. Según afirmó, las exportaciones de servicios vinculados a las TICs han crecido de 102 millones de dólares a más de 131 entre 2010 y 2013, con Estados Unidos, Colombia, Perú y México como los principales destinos.

 

No obstante, agregó, “la visión de las autoridades chilenas es que aún faltan en nuestro país muchas más inversiones en este sector de los servicios”. “La agenda digital 2020 estará centrada en maximizar la contribución de las TICs en todos los sectores de actividad productiva, extender su uso en el mejoramiento de la educación y en su apropiación por parte de las personas”, explicó Contreras.

 

Por su parte, los abogados Juan Bonet y Carlos Estapé, miembros del estudio Guyer & Regules, brindaron datos sobre la tributación aplicada por el mercado chileno en lo que respecta a productos y servicios vinculados a las TICs, y definieron cómo podría cambiar el panorama comercial ante un posible convenio para evitar la doble imposición entre Uruguay y Chile.

 

Al cierre del evento, los socios de la cámara pudieron conocer casos de compañías uruguayas que operan en Chile a través de distintas modalidades. “Este tipo de intercambios responde a nuestra vocación de compartir experiencias, tanto positivas como negativas, para así, entre todos, aprender qué aspectos hay que priorizar y qué errores prevenir”, comentó Tucci.

 

En este panel, Roberto Ruggiero, de Geocom, Pablo Núñez, de Infocorp, y Fernando Lazcano, de CPG Soft, discutieron sus experiencias sobre el ingreso al mercado, el relacionamiento comercial, las ayudas financieras y los apoyos estatales.

 

“En términos generales, en lo que nosotros vendemos, Chile se autoabastece. Es un mercado abundante en oferta y por lo tanto hay que hacer un esfuerzo más intenso de posicionamiento y diferenciación”, sostuvo Núñez.

 

Ruggiero, por su parte, resaltó la sofisticación y profesionalización del proceso de contratación de servicios o compra de productos, que contrasta con la forma de hacer negocios en Uruguay. “Aquí estamos acostumbrados a trabajar más informalmente o nos basamos más en la palabra. En Chile, que es un mercado más estructurado en la parte comercial, el procedimiento es más largo y hay que adaptarse a los tiempos”.

 

Lazcano, en tanto, destacó el “muy buen nivel” de capacitación en cuanto a tecnología y procesos. “En Chile uno encuentra gente, sean clientes o quienes apoyan, con un grado de profesionalización destacado”, lo cual facilita el intercambio entre los distintos actores, puntualizó.