Investigadores, profesionales y técnicos de la Facultad de Agronomía de la Universidad de la República y de instituciones privadas nacionales e internacionales participaron de un Seminario de Malezas Resistentes organizado por Syngenta y Grupo Macció.
A lo largo de dos jornadas desarrolladas en Colonia y Mercedes, con una participación de más de 100 personas en cada localidad, se analizaron las dificultades que enfrentan los productores para controlar esta problemática. Con un crecimiento del área afectada en la región, que según mediciones realizadas en Argentina pasó del 23% del área agrícola en 2010 a 92% en la actualidad, hubo coincidencia en la necesidad de buscar alternativas al glifosato.
La investigadora de la Facultad de Agronomía y consultora privada Grisel Fernández indicó que el camino para superar la resistencia radica en la rotación de los agroquímicos utilizados. “El problema actual se generó por un uso excesivo de un solo producto (glifosato) durante muchos años, por lo que el primer paso debe ser rotar herbicidas que tengan diferente modo de acción. Hoy hemos llegado a una situación donde hay resistencia al glifosato y también a graminicidas y a sulfonilureas”, señaló.
Fernández apuntó que la problemática comenzó a vislumbrarse en la Conyza, a la que siguió el raigrás resistente y actualmente se están viendo problemas con el yuyo colorado (de la especie Amaranthus Palmeri). A su entender, cobra importancia el uso de herbicidas pre-emergentes en el cultivo de soja para prevenir la aparición de nuevas malezas resistentes.
Raúl Moreno, gerente de Herbicidas de Syngenta para Latinoamérica Sur, destacó el aumento de la presencia de malezas resistentes en Argentina, donde el Amaranthus se extiende sobre 5 millones de hectáreas, multiplicando los costos por el uso de agroquímicos. En ese sentido, destacó la importancia de identificar la maleza y controlarla en Uruguay, donde el problema aún es incipiente, para evitar que afecte la producción agrícola. Indicó como recomendable el uso de Dual Gold como pre emergente en soja para prevenir emergencias de Amaranthus durante el cultivo y señaló que “se está trabajando con nuevas moléculas”.
En el marco de este encuentro, Nicolás Faggi, investigador de Syngenta
Uruguay, enfatizó el efecto positivo que ha tenido la utilización del herbicida Cerillo en Argentina. Recientemente lanzado en Uruguay, este producto permite controlar las malezas que presentan resistencia al glifosato, como la Conyza o el raigrás tolerante.
Basado en una combinación de Paraquat y Diuron, Cerillo cubre un amplio espectro de malezas y previene la generación de resistencia. El consultor internacional José Mejía, quien presentó el producto junto a Faggi, indicó que Cerillo es un producto con baja volatilidad, y alta retención en el suelo lo que permite evitar la contaminación de cursos de agua. Cerillo es un herbicida total con un excelente control de malezas tolerantes a glifosato como Conyza y raigrás y cuyas moléculas tienen un modo de acción diferente lo que le permite prevenir la generación de resistencia. De hecho, no se han registrado casos de malezas resistentes a este producto en todo Latinoamérica, comentó Mejía.