El Lunes 11 de setiembre se realizó una movilización en plaza independencia y el Martes 12 se realizó un evento en el Anexo del Palacio Legislativo donde se expusieron frente a varios legisladores los logros alcanzados en los últimos años así como la difícil situación que afrontamos.

PROCLAMA LEÍDA EN PLAZA INDEPENDENCIA:

El 4 de Setiembre del 2014, hace exactamente un año, nos encontrábamos del otro lado de esta calle, aquí mismo, en la Torre Ejecutiva firmando un documento llamado Compromiso Audiovisual junto a las autoridades del Ministerio de Educación y Cultura y el Ministerio de Industria entre otros.

En ese momento faltaban sólo unos días para las elecciones nacionales y este compromiso era

fruto de meses de trabajo y participación activa de numerosas organizaciones civiles e instituciones vinculadas al amplio universo audiovisual. Cine clubes, gremiales, canales, instituciones públicas, distribuidores, centros de enseñanza públicos y privados, exhibidores, productores, entre otros; nos sentamos alrededor de una misma mesa en una apuesta constructiva, un acto de buena voluntad en un momento delicado como todos sabemos significa un cambio de gobierno,  para elaborar un documento que acordase las prioridades del sector para el próximo quinquenio.

 

En 2014 también, ASOPROD, SUA y GREMIOCINE firmaban un convenio salarial que regulaba la relación de trabajo entre las partes y la actualización de salarios vinculados a la producción cinematográfica por el IPC. Ya en el momento de la firma de ese convenio, se le hizo saber al Ministerio de Trabajo y al ICAU,  que la posibilidad de cumplir el mismo dependía de la actualización de los Fondos de Fomento que se venían depreciando dramáticamente. Se obtuvo el compromiso por parte de ambas instituciones públicas de trabajar para que el Fondo se fortaleciera de acuerdo a los compromisos que se estaban asumiendo.

 

Un año después nos encontramos de este lado de la calle, junto a ustedes, en este acto público. En este tiempo el ejecutivo no cumplió siquiera el mas importante de los puntos acordados de la lista, el prioritario y que sustenta la base de producción cinematográfica nacional: la actualización del Fondo de Fomento Audiovisual. Es imposible en estas circunstancias no sentirnos engañados en nuestra buena voluntad. En medio de un proceso electoral y de transición política nuestro sector estaba callado haciendo los deberes y validando una gestión en cultura que estaba claramente en deuda con el cine.

 

Un poco de historia.

En el año 2008 luego de muchos años de lucha, se logra la votación de una ley de cine en Uruguay bajo el primer gobierno de izquierda.  Esta ley creaba el Instituto del Cine y le destinaba 25 millones de pesos anuales al Fondo de Fomento Audiovisual. Esto se reflejó inmediatamente en un cambio sustancial en la producción. De producir una o 2 películas por año en el comienzo de siglo pasamos a estrenar 14 en el año 2012. Lo que parecía un sueño en la década del 90 se estaba volviendo realidad. Existía un cine uruguayo.

Pero esta ley estuvo mal redactada por los legisladores y por las autoridades a cargo y el fondo creado nunca se actualizó por la inflación. Pasaron los años y lo que eran 100 pesos uruguayos en el año 2008 pasaron a valer 60 al día de hoy. Esto se traduce en una pérdida económica real del 40% del fondo. Imaginen que a cualquiera de ustedes le hubiesen congelado el sueldo y hoy cobrara el mismo monto en pesos que hace 7años atrás.  Su poder adquisitivo habría bajado tanto que sería muy difícil cubrir los gastos básicos, ir al supermercado o pagar un alquiler.

Hoy, nuestro cine está en esa situación y si proyectamos la curva de inflación a finales de este período, en el  2020 la pérdida real del fondo será del 70%.

 

¿Cuáles son las consecuencias de esta situación?

El año pasado se filmó una sola película de ficción en el Uruguay y este año estamos en cifras similares. Esto nos sitúa nuevamente en en un nivel de producción similar al 2002, antes de que existiera la ley citada, o sea: estamos a punto de perder todo lo que con tanto trabajo se conquistó.

 

Hoy no vinimos a la Plaza Independencia a pedir mas dinero para el cine. Estamos aquí para exigir que se restablezca el fondo de fomento al valor real de su creación, se actualice retroactivo al 2008 y se ajuste por el IPC de aquí en mas. Exigimos que se corrijan los errores cometidos con la creación de la ley de cine por los legisladores y autoridades de turno. Reclamamos soluciones concretas y recursos genuinos que garanticen la existencia de un cine nacional y el desarrollo de un sector que hoy el mundo está definido como estratégico.

Estamos en un punto de no retorno ya que en estas condiciones el cine no pordrá sobrevivir.  No podemos hacer películas con un 30% de presupuesto. Las películas se filman o dejan de existir.

 

Pero la crisis del sector es mucho mas amplia:

En los últimos meses se eliminó también el convenio con el BROU para lanzamiento de películas en el que a cambio de un monto anual el banco se aseguraba ser un sponsor estratégico de la mayoría de estrenos nacionales. Este fondo era fundamental para lanzar una película.

 

DINATEL además suspendió los premios que otorgaba a la producción de contenidos infantiles y de televisión con el cambio de autoridades.

 

ANTEL, la empresa de los uruguayos desestimó la creación de una plataforma online de streaming de películas nacionales que costaba casi lo mismo que el auspicio que sí dio a un recital de Elton Jhon.

Hoy prioriza su alianza con un tanque extranjero como NETFLIX, dándole alojamiento a sus contenidos en servidores de la empresa gratis y promocionando la afiliación, gratis también por 6 meses, al servicio junto a la conexión a VERA. Al día de hoy, NETFLIX aloja sólo 3 producciones nacionales en todo su catálogo.

Esta es la política que hoy tiene nuestra mayor empresa estatal, la que salvamos todos con un plesbicito en el año 1992, que prioriza sin vergüenza el tráfico de datos a través de los servicios de conexión frente a la promoción de consumo y producción contenidos locales. ¿Porqué no le exigimos a NETFLIX que compre 8 o 10 películas nacionales por año si quiere brindar sus servicios en Uruguay?

Suena ilógico que el país invierta millones de dólares en poder transportar datos a todos los hogares del país y que no utilice esa infraestructura para acercar y fomentar la producción de contenidos nacionales.

 

Un capítulo aparte son los problemas que hoy el cine local tiene en su distribución y exhibición en salas de cine comerciales, empresas con enormes beneficios fiscales que priorizan sus alianzas comerciales con las grandes distribuidoras manoseando las películas uruguayas en cartel.

 

Para terminar esta lista, la suspensión de una de las promesas de campaña vinculadas a la cultura: sigue en suspenso la implementación de la Ley de Servicios Audiovisuales y el cobro de un canon a los operadores de televisión por el uso del espectro radioeléctrico.

Esto nos hace reflexionar también sobre el futuro de los más de 4000 estudiantes que cursan carreras audiovisuales en el Uruguay. ¿Qué futuro le depara a estos jóvenes? ¿Qué trabajo les vamos a dar?

 

¿Cual ha sido hasta ahora la respuesta a estas problemas por parte del Ejecutivo?

Prácticamente ninguna.

Los responsables cargan las culpas sobre el equipo económico que no incluyó en el presupuesto la actualización.

Por otro lado el gobierno está extrañamente fomentando la creación de una zona franca audiovisual en Maldonado y el parlamento está preparando un proyecto de ley al respecto.

Que quede claro. Esto no es una necesidad del sector ni un beneficio para la producción de cine local.

Este proyecto responde a intereses de algunos particulares que están vinculados a los servicios de  producción y no a la producción de cine nacional.  Creemos que este no es el camino adecuado para implementar políticas integrales de promoción del sector y esperamos que estas se encausen en un marco de participación y diálogo entre las partes interesadas.

 

Veamos ahora algunos ejemplos de qué sucede en la región: frente a la misma coyuntura de recesión ¿Qué hacen otros países de la región? Argentina la semana pasada incrementó 60% los fondos cinematográficos remontando así la inflación acumulada desde 2012.

Brasil invirtió millones en la producción local y fomentó la coproducción con la región además de exigir a los grandes operadores de cable un porcentaje de producción nacional en sus pantallas para entrar al país.

¿Esto que significa? Que ante los mismos problemas coyunturales y situaciones sociales aún mas graves que la nuestra, la inversión en el sector audiovisual se mantiene o se redobla y la defensa del valor de la producción nacional se protege y fomenta.

 

Ante lo expuesto, visualizamos una alarmante falta de liderazgo en el diseño y ejecución de políticas audiovisuales por parte del gobierno. Esto refleja la falta de visión de nuestra clase política a la hora de trabajar por un desarrollo integral ciudadano en la sociedad contemporánea.

La redistribución de la riqueza sin cultura sólo favorece a los intereses de los grandes grupos de poder y la lógica del capital. Redistribuir la riqueza CON CULTURA es dar un salto cualitativo y un arma de lucha provada contra la desigualdad social. Si mañana una terrible catástrofe nos robara el bienestar y todo lo que poseemos desapareciese,  la cultura permanecería con nosotros, porque es un capital que no se puede quitar, negociar o sustraer. Esta cultura ha sido emblema y bastión de los momentos más difíciles vividos por nuestro pueblo y en su supervivencia yacen las bases del libre pensamiento y los valores fundamentales que construyen la sociedad.

Es por eso que realizamos un fuerte llamado de atención a la opinión pública y la clase política sobre el valor sustancial que tiene la expresión cinematográfica y la construcción de un imaginario audiovisual propio como herramienta de desarrollo social y humano. De eso se trata gobernar para el futuro, visualizar el desarrollo de una sociedad desde un abordaje integral, donde educación,  producción, trabajo y cultura sean ejes fundamentales en el desarrollo de nuestro país.

 

Queremos repasar, para terminar, algunos números. El año pasado, uno de los peores años de taquilla para nuestro cine,  las personas que vieron una película uruguaya  en una sala de cine igualan al público del Ballet Nacional del Sodre y superan al público de la Comedia Nacional. Con menos dinero, alta captación de inversión extranjera, estructuras fijas casi nulas  y sin una sala nacional de exhibición. Estos números no incluyen la vida en otras pantallas de las películas dentro y fuera del país. Para los que dicen que el público no consume cine uruguayo y festeja el bienvenido éxito del Ballet.

 

Para despedirnos, nos gustaría pedirle al gobierno que imagine la oscuridad de nuestra cultura nacional cuando se apaguen del todo las luces del cine nacional.

 

 

POR UN URUGUAY CON CULTURA.

POR UN CINE NACIONAL.

 

ASOPROD