LA INSPIRACIÓN

Para esta nueva fragancia, Lanvin explora una nueva visión muy actual de la mujer: aquella que vive su vida de forma misteriosa, que asume la faceta oculta e inconfesable de sus actos, la aventurera rebelde.

Enamorada de la libertad, vive como una princesa moderna y encantadora que se burla de los códigos en general y, en particular, de los del romanticismo. Glamurosa, indómita y terriblemente sensual, sigue su propio albedrío para jugar con secretos y certezas. No es prisionera de nada ni de nadie. Escribe su propio destino. Su libertad es preciosa. 

LA HISTORIA

Libertad, aventura, intensidad, grandes acrobacias… En su castillo contemporáneo, esta mujer, que imaginamos como una agente secreta con una doble vida colmada de intrigas, regresa a casa al alba. ¿Qué habrá hecho esta noche? Audaz y decidida, está claro que no es esclava de sus sentimientos. Se quita su armadura de espía y se desliza dentro de un vaporoso vestido rojo, pues está hecha de contradicciones. Peligro, prohibición… Cuando su hombre la abraza, ella cierra los ojos para saborear cada instante de ese beso. Solo ella posee la llave de su historia. Su piel irradia un perfume de dualidad.

LA FRAGRANCIA

«Textura, emoción y mucha sensorialidad»

Christophe Raynaud, Firmenich

En este floral sexy, la asociación de jazmín y Pink Lady ofrece una nueva tentación. La salida es joven y vigorizante, casi inocente, con manzana y grosellas. Hace la boca agua. El corazón se vuelve más femenino, con mucha seguridad y temperamento. La doble personalidad del jazmín, delicado y carnal, coquetea con la elegancia atemporal de la fresia. Aunque en apariencia es frágil, romántico y delicado, se va volviendo desconcertante y seductor a medida que se despliega. Una feminidad resuelta que se intensifica al tomar contacto con los almizcles blancos gracias a su toque aterciopelado sumamente sexy. La última mujer que se desvela es extraordinariamente sensual, transformada casi en mujer fatal por la orquídea de vainilla. Las maderas blancas le ofrecen un lujo que solo ella puede asumir, mientras que los almizcles blancos le brindan un confort extremado y sexy, como una caricia sobre la piel.

LA ENTREVISTA

Christophe Raynaud, Firmenich

¿Qué le evoca el color rojo?

El rojo es sinónimo de pasión, sensualidad e intensidad. Es el color del amor pero también de lo prohibido. Atrae y fascina irresistiblemente. Tan tentador como un fruto prohibido.

¿Por qué eligió una manzana rosa en lugar de otra variedad? Más roja, por ejemplo.

La manzana rosa tiene un color y un sabor irresistible. Es más crujiente y fresca que la roja, con un aroma afrutado y deliciosamente azucarado que hemos podido encapsular mediante una tecnología exclusiva de Firmenich. Estas notas han sido desarrolladas en colaboración con expertos en aromas y aportan sabor, textura, emoción y una gran sensorialidad. Por tanto, desde la primera vaporización de Modern Princess percibimos esta manzana rosa jugosa, firme y crujiente como un nuevo fruto prohibido…

¿Podría hablar un poco más extensamente del carácter «sabroso» de la fragancia?

La manzana rosa Pink Lady aporta de forma natural una faceta jugosa y un toque de color, como la pulpa de una manzana crujiente, y se alía especialmente bien con la grosella roja para crear un acorde de salida chispeante y suculenta. Este dúo afrutado aporta un frescor acidulado, una feminidad afirmada y un carácter divertido.

¿Cómo explica el doble juego del jazmín, su evolución sobre la piel y su dualidad entre fragilidad y carácter inquietante?

Utilicé un extracto especial de jazmín, el Jazmín Pétalo Firnat, que tiene la particularidad y la ventaja de ser lo más cercano posible al aroma natural que exhala una flor de jazmín todavía en el tallo. Sobre la piel, aporta al perfume una faceta aérea, como de pétalo, mientras que al fondo, desarrolla una profundidad sensual y carnal debida en parte a la presencia del indol. Esta molécula, que está presente en el jazmín de forma natural, le aporta al perfume su aspecto salvaje y voluptuoso, totalmente desconcertante.

EL DISEÑO

Versátil y multifacético a imagen de esta mujer moderna, el frasco luce el nombre Lanvin en vertical sobre unas curvas sensuales. Una cadenita metálica, emblema de la Casa, se anuda de una forma preciosa alrededor del anillo que rodea el cuello del frasco. Símbolo de modernidad y eco de este espíritu de contradicción, el estuche presenta una dualidad cromática: una explosión de rojo pasión en la que brota la chispa de un logotipo blanco, sinónimo de pureza absoluta.

LA MUSA

Juguetona, espontánea, urbana y tremendamente sexy, la modelo Steffy Argelich es la musa de este nuevo perfume de Lanvin. Posee un encanto irresistible, un sentido innato de la elegancia y un carisma urbano y romántico que sintonizan a la perfección con el espíritu de Modern Princess. Modernidad, feminidad natural, espíritu libre e independencia.