Varios conceptos expresados por la diputada Lourdes Rapalin con motivo del Día Internacional de la Mujer, han sido de tema de discusión en las redes sociales, debido a su claridad de conceptos y frases que sin dudas escapan a la normal retórica política de los últimos tiempos.
«Si bien la conmemoración de este día tiene sus orígenes en aquella sangrienta tragedia del 8 de marzo de 1908, en que murieron calcinadas 146 operarias de la fábrica de Nueva York, y en honor a las pioneras que lucharon por los derechos de las mujeres y la igualdad de estas en todos los ámbitos, hoy el tenor del discurso con el que se embandera tal conmemoración ha tomado un giro peligrosamente ideológico que llega a ser más sangriento aún que aquel triste acontecimiento».
«La lucha con la cual me identifico (y estoy segura que muchas uruguayas también), es la lucha por la dignidad de la mujer, la conquista de la igualdad de oportunidades en lo académico, profesional, empresarial, laboral y político, etc. (y vaya si hemos conquistado).
Me identifico con las consignas que realzan la femineidad de la mujer reforzando su potencial, las que la empoderan reconociendo y apreciando sus diferencias y no las que pretenden romper su esencia. Creo en la igualdad, no en el igualitarismo que destruye toda diferenciación natural.
No vivo en una lucha eterna con un fantasma, porque no creo que el hombre sea mi dueño, sino mi compañero y socio para construir un mundo mejor».
También agregó en referencia a un tema muy de actualidad: «Tampoco puedo tragarme el verso de que la maternidad y crianza de los hijos es un invento del heteropatriarcado para mantenerme sumisa, esclava y servil al hombre, por lo tanto no protesto ni arremeto contra los roles que nos ha dado la naturaleza. Creo en la premisa de que la familia es base y fundamento de la sociedad y que por lo tanto tendríamos que trabajar en políticas que la afirmen, la sanen, la direccionen, la acompañen, y no en las que se están promoviendo, que solo perpetran su destrucción».
Luego de una pequeña pausa dijo: «¿Que si quiero empoderarme?, Señores, yo nací empoderada, no solo por no tener ninguna capacidad emocional e intelectual que envidiarle a los hombres sino porque nací con la capacidad de concebir y traer hijos al mundo, acariciar, cuidar y preparar un hombre de bien para esta sociedad. Las mujeres no nos hemos dado cuenta de que somos los seres más influyentes y por lo tanto más empoderados del planeta, al tener a nuestro alcance el corazón de las futuras generaciones en el seno del hogar. Es ahí mismo, en el seno del hogar, de la familia, donde se gestan los futuros políticos, empresarios, maestros, médicos, pero también los futuros delincuentes, ladrones y asesinos de nuestra sociedad. No, las mujeres no nos hemos dado cuenta del poder que poseemos, para bien o para mal».
Y en cuanto a las reinvindicaciones actuales expresó: «Por lo tanto son pocas las reivindicaciones de la plataforma para el acto de este 8 de marzo que me representan, muchas me preocupan e indignan, y más me indigna aún que muchos de nosotros permanezcamos observando impávidos lo que sucede delante de nuestros ojos, veamos como se destruye lo más preciado que tenemos, cuando se arremete contra el derecho a la vida, la libertad y la familia, y no hagamos nada».
Y para finalizar: «Hay quienes creen que se progresa destruyendo los valores y dividiendo a las personas.
Nosotros optamos por construir y unir. Construir igualdad de oportunidades para que nadie sea más que nadie.
Y unir a los uruguayos, más allá de su sexo, sus creencias y convicciones. Muchas gracias y feliz día de la mujer».