Brindar oportunidades y derribar barreras para que el aprendizaje sea exitoso fue la premisa del seminario “Generando un cambio social inclusivo”, organizado por la ONG Aletea, que nuclea a madres de niños con Trastorno de Espectro Autista (TEA), que se desarrolló en las instalaciones de CASMU.
La actividad, apoyada por la institución médica, reunió a docentes, padres y personal de la salud con el objetivo de abordar junto a destacados profesionales de la enseñanza las distintas problemáticas que deben enfrentar los niños y jóvenes con diversos trastornos de aprendizaje.
Andrés Colet, integrante del Consejo Directivo de CASMU, señaló que los Trastornos del Neurodesarrollo se vienen diagnosticando con mayor frecuencia y se calcula que en Uruguay hay hoy 35 mil personas que padecen algún tipo de dificultad. Además del TEA, el Trastorno Específico del Lenguaje (TEL) y el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) son los más comunes.
“Es un tema relevante y de preocupación para CASMU por eso apoyamos todas estas iniciativas. Actualmente estamos enfocados en tratar de hacer el diagnóstico temprano para brindar a nuestros asociados la mejor atención médica posible. Además, estamos trabajando para generar una unidad especial que se dedique a atender este tipo de trastornos, integrada por un equipo multidisciplinario”, señaló.
Silvana Corso, docente argentina especializada en inclusión educativa y nominada al Global Teacher Prize 2017, considerado el Premio Nobel de la educación, fue una de las líderes de la actividad que tuvo lugar en el Policlínico Central, ubicado en 8 de Octubre y Abreu.
Corso es directora de la Escuela de Educación Media N° 2 Rumania, que depende del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Allí concurren niños con vulnerabilidad económica y discapacidad, y para atender sus necesidades hace ya más de diez años vienen implementando el enfoque denominado “diseño universal del aprendizaje”, que conlleva una planificación diversificada de los contenidos que se van a desarrollar.
“Es una propuesta enfocada a pensar la diversidad como norma dentro de la escuela, entendiendo que no hay un alumno que aprenda igual que otro, por lo que no se pueden hacer planificaciones iguales para todos. En el aula nos encontramos con niños y jóvenes con distintas motivaciones, intereses, ritmos, tendencias y la idea es poder anticiparse con una propuesta en donde una misma secuencia didáctica tenga variadas posibilidades”.
La docente y experta en la temática brindó a los asistentes a la charla herramientas prácticas para reproducir en las aulas. Por su parte, el docente uruguayo Julio Manuel Pereyra, referente en inclusión educativa centró su exposición en la “mala praxis docente” y la “discapacidad didáctica”.
Pereyra es reconocido internacionalmente por su trabajo en Escuelitas Ambulantes “Caminos de Tiza” que se ubican en aldeas guaraníes de la selva y en contextos marginales en las provincias de Chaco, Corrientes, Misiones y Santiago del Estero en Argentina. “Allí me encuentro con niños con diversidad funcional en todas sus condiciones”, señaló.
El docente analizó junto a los participantes errores comunes que cometen los profesores y maestros en el aula en la forma de explicación de los contenidos curriculares, y en una instancia posterior presentó ejemplos de buenas prácticas y ejercicios para aplicar basados en la exitosa experiencia acumulada en la vecina orilla.
“Si bien han habido avances en temas de derechos a nivel legal, aún hay mucha resistencia y docentes que no están formados, lo que determina que haya segregación y barreras en lo práctico. El aprendizaje de niños con diferentes trastornos está muy ligado a las escuelas especiales. Lo que venimos implementando es una forma de enseñar contenidos curriculares para todos, independientemente de sus condiciones y que no se trate simplemente de una integración social”, apuntó.