Los hidratos de carbono se dividen entre simples y complejos y cada uno tiene sus distinciones particulares.
¿Qué relevancia tiene consumir hidratos de carbono en una buena alimentación? Para empezar, los hidratos de carbono son muy importantes para el buen funcionamiento del organismo. Abarcan una amplia variedad de moléculas que incluyen azúcares, almidón y celulosa, y su función principal es proporcionar energía para que las células del cuerpo realicen sus funciones.
Hay dos tipos de carbohidratos: simples o complejos. Los simples suelen estar en los alimentos dulces y son digeridos rápidamente por el organismo. Por este motivo, provocan un pico de azúcar en la sangre y producen una sensación de hambre con mayor inmediatez.
Los alimentos con más contenido de carbohidratos simples son el azúcar, los dulces, las gaseosas, las bananas, la sandía, las pasas, la miel, las pastas, los cereales y el arroz blanco.
Los complejos, también llamados carbohidratos de bajo índice glucémico, son ricos en nutrientes, como vitaminas, minerales y fibra, que demoran la digestión y absorción de glucosa. Así, evitan que los niveles de azúcar en sangre suban de golpe y le dan al organismo la posibilidad de utilizar este alimento como fuente de energía durante un largo tiempo.
Los alimentos ricos en carbohidratos complejos son la papa, la avena, los garbanzos, las lentejas, la zanahoria, la remolacha, el maní, las castañas y todos los integrales.
Para una alimentación saludable, se debe incluir una mayor cantidad de carbohidratos complejos y una pequeña de carbohidratos simples, dado que son menos nutritivos.
A nivel genético, investigaciones aseguran que ciertos genes están involucrados en la regulación de los niveles de azúcar en sangre, que son el resultado del procesamiento de carbohidratos por parte del cuerpo. El gen TCF7L2 es responsable de producir una proteína que regula la liberación de insulina, que a su vez controla los niveles de azúcar en la sangre.
Tener variantes genéticas en ese gen puede derivar en una menor liberación de insulina por parte del páncreas y así aumentar los niveles de azúcar en sangre. Los portadores de estas variantes pueden tener dificultades para controlar estos niveles por lo que pueden tener predisposición a desarrollar diabetes tipo 2.
Por otro lado, la genética puede influir en como el cuerpo responde a algunas dietas, como puede ser la dieta baja en carbohidratos. El gen FTO es uno de los principales asociados al riesgo de obesidad y estudios han demostrado que portadores variantes genéticas de este gen pueden ser sujetos de una mayor obesidad y a un aumento del Índice de Masa Corporal.
Estas características y muchas otras relacionadas al cuerpo y la alimentación son posibles de descubrir a través del test de genético de Genera con sus paneles de Ancestralidad, Salud y Bienestar, disponibles en los diferentes paquetes que ofrece el laboratorio.
Dentro del mapeo genético de Bienestar, se encuentra el informe Genera Nutri, con el que se puede conocer cómo el ADN impacta en la dieta para así lograr una vida más saludable. Estas pruebas genéticas se realizan de una forma muy sencilla e indolora, a partir de una muestra de saliva que se puede recoger en casa.
La misión de Genera es hacer que los test de ADN sean más accesibles para la población con el fin de promover el bienestar a través del autoconocimiento. Es por eso que invierte permanentemente en laboratorios con certificación de calidad internacional y en un equipo altamente especializado para utilizar la última tecnología en sus investigaciones.