Las imágenes muestran a un camión militar ruso trasladando un lanza misiles cubierto que fue captado en la carretera a dos kilómetros de la zona fronteriza entre Ucrania y Rusia a 20:45 de este sábado, presuntamente intantando cubrir las pruebas que los incriminan en el derribamiento del vuelo MH17 de Malaysia Airlines.
Según publica el diario inglés Daily Mail, un conductor siguió y fotografió al vehículo militar trasladando el lanza misiles que presuntamente habría derribado al vuelo MH17 de Malaysia Airlines que el pasado viernes cayó en la ciudad ucraniana de Donetsk mientras cubría la ruta Ámsterdam-Kuala Lumpur.
El sistema de lanzamisiles «Buk», conocido como SA-11 Gadfly en la terminología de la OTAN, es un complejo radar móvil con misiles guiados de la época soviética capaz de derribar un avión en pocos segundos después de dada la orden.
Los servicios de inteligencia estadounidenses apuntan al lanzamisiles tierra-aire «Buk» como el probable responsable del derribo del vuelo MH17 de Malaysia Airlines, que se desplomó desde los 10.000 metros de altura, cuando las 298 personas que viajaban a bordo ya habían alcanzado la confortable ruta de crucero.
El «Buk» es una lanzadera rodante que lleva un radar incorporado para detectar y abatir misiles o aviones enemigos con el lanzamiento de proyectiles que superan en tres veces la velocidad del sonido, por lo que el vuelo de Malaysia Airlines habría sido alcanzado unos 10 segundos después de dada la orden de disparo.
El «Buk» puede estar acompañado de otro radar móvil adicional para aumentar la precisión y reconocer con más claridad el tipo de aeronave susceptible de ser abatida, así como de un comando central de comunicaciones y un proveedor de nuevos misiles.
El Servicio de Seguridad de Ucrania difundió este domingo en Internet la grabación de una supuesta conversación telefónica entre dos jefes de las milicias prorrusas que de ser cierta incriminaría a los separatistas y también a Moscú en la ocultación de pruebas del derribo por el impacto de un misil del avión malasio.
El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, insistió en que los milicianos prorrusos que custodian el lugar de la catástrofe -un descampado junto a la localidad de Grábovo, en la región de Donetsk- retiran las pruebas que demostrarían su responsabilidad en la tragedia, y se refirió en particular a las cajas negras del avión. Fuente: Espectador