El PIB de América del Sur se recuperará en 2017 después de cuatro años de desaceleración, mientras que México recibirá de lleno el shock de incertidumbre sobre las políticas de Estados Unidos, lo que supondrá un lastre a su crecimiento. Estas son las conclusiones principales del informe Situación América Latina de BBVA Research, correspondiente al primer trimestre de 2017
“Este año 2017 vemos una cierta divergencia entre el desempeño de América del Sur, por un lado, y de México, por el otro”, explica Juan Ruiz, economista jefe de BBVA Research para América del Sur. “En ambos casos anticipamos un crecimiento del 1% en 2017, pero en el caso de América del Sur eso representará un punto de inflexión, después de cuatro años de desaceleración, entre 2013 y 2016 y de que la actividad cayera el año pasado”.
Por el contrario, explica Juan Ruiz, en el caso de México un crecimiento del 1% en 2017 representa una desaceleración, al recibir de lleno el impacto de la incertidumbre sobre las políticas económicas que se implementarán en Estados Unidos con la llegada de la nueva administración a la Casa Blanca.
Entorno global: más crecimiento e inflación
Estas previsiones se realizan en un contexto global que mejoró en los últimos meses de 2016 y sigue haciéndolo en 2017. BBVA Research estima que el crecimiento global aumentará ligeramente en 2017, hasta el 3,2%, gracias a la mejora de la confianza en todas las principales economías, de los indicadores del sector industrial y de una incipiente mejora del comercio mundial.
No obstante, a pesar de esta aceleración, BBVA Research señala en su informe que 2017 y 2018 son años plagados de incertidumbres; la principal de ellas, asociada a la política económica de la nueva administración estadounidense, y en especial a las medidas proteccionistas que se están discutiendo, que podrían dañar gravemente el comercio internacional.
“La magnitud de las presiones inflacionistas es otra incógnita que se abre a nivel global”, apunta el informe. El repunte de las materias primas, el tamaño de los balances acumulados por los bancos centrales en los países desarrollados y las perspectivas del estímulos fiscales son tres factores que han disipado los riesgos deflacionistas de hace unos trimestres para dar paso a presiones inflacionistas.
Estos riesgos se tradujeron en volatilidad en los mercados financieros latinoamericanos. Desde el inicio de noviembre hasta mediados de diciembre los activos financieros latinoamericanos, y en particular los mexicanos, registraron pérdidas debido al aumento de la incertidumbre sobre la política económica en EE UU tras las elecciones presidenciales del 8 de noviembre y, en menor medida, por la subida de los tipos de interés por la Fed el 14 de diciembre. Sin embargo, tras el shock inicial los mercados de la región, con la excepción de México, recuperaron la calma y reabsorbieron las pérdidas sufridas a inicios de noviembre.
México: el impacto de la incertidumbre sobre las políticas en EEUU
Los indicadores de confianza en México sufrieron una fuerte caída en diciembre y enero, debido a la incertidumbre en torno a las políticas económicas de la nueva administración estadounidense.
La confianza de las empresas ha descendido a raíz de una serie de medidas que podrían impactar negativamente en la economía mexicana. Es el caso de la posible renegociación de tratado de libre comercio con México y Canadá (NAFTA), las posibles restricciones a los flujos migratorios y de remesas o los planes de reforma fiscal que podrían gravar las importaciones.
En el caso de las familias influyó también la subida del precio de las gasolinas y el impacto al alza sobre la inflación.
BBVA Research prevé que México crecerá un 1% en 2017 y un 1,8% en 2018, frente al 2% que creció en 2016. “La incertidumbre sobre las políticas económicas en EE UU afectará a la inversión, al tiempo que la depreciación del tipo de cambio y el consiguiente aumento de la inflación obligará a una política monetaria más restrictiva, con impacto negativo sobre el crecimiento”, argumenta el servicio de estudios de BBVA.
América del Sur, cambio de tendencia
En América del Sur, los indicadores de confianza no se han visto afectados en la mayoría de los países tras los primeros anuncios de la nueva administración estadounidense, y los mercados financieros han recuperado la calma. Este comportamiento debería tener un reflejo en la actividad económica, que se traducirá en un crecimiento del 1% en 2017 y del 1,7% en 2018. “Se quiebra así una tendencia a la desaceleración del crecimiento en los últimos cuatro años, entre 2013 y 2016”, apunta Juan Ruiz.
El crecimiento de la región provendrá de la mejora del sector exterior, gracias a la recuperación de los precios de las materias primas y a la depreciación de las divisas de los últimos dos años, así como por el impulso de la inversión pública y privada en países como Argentina, Colombia y Perú. El mayor dinamismo en 2017 lo tendrán Perú (+3,5%), Paraguay (+2,9%), Argentina (+2,8%) y Colombia (+2,4%), y en menor medida Chile (+1,6%) y Uruguay (+1,3%). Brasil, la mayor economía de la región, avanza en la recuperación del crecimiento gracias a la aprobación de la reforma fiscal y a la disminución de los tipos de interés. BBVA Research estima un crecimiento del 0,9% para el país en 2017 y un 1,2% en 2018.
Recorte de tipos de interés en América del Sur
BBVA Research estima que la inflación en los países de América del Sur se seguirá reduciendo y convergerá hacia los objetivos de los bancos centrales, lo que facilitará rebajas en los tipos de interés oficiales. En México, sin embargo, la inflación aumentó de manera significativa en los últimos siete meses, alcanzando el 4,6% en enero, por primera vez por encima del intervalo de tolerancia del banco central desde 2014. Según el informe, la inflación podría alcanzar el 6% en 2017 afectada por la depreciación del tipo de cambio, lo que inclinará al Banco Central de México a decretar nuevas subidas de tipos.
Riesgos internos y externos
El informe acaba con una discusión sobre los riesgos sobre el crecimiento en la región y los divide en dos tipos, internos y externos. Por el lado interno, BBVA Research resalta los riesgos relacionados con el ruido político en muchos países, que se magnifica con un ciclo electoral muy denso en la región, con elecciones importantes en 2017 o 2018 en casi todos los países. Asimismo, el retraso en obras clave de infraestructura en algunos países puede no solo debilitar directamente la demanda interna sino también la confianza empresarial. Por el lado externo, los riesgos se centran en la incertidumbre acerca de las políticas económicas que terminará implementando la nueva administración en EEUU (especialmente, pero no exclusivamente, el riesgo de un mayor proteccionismo), así como en el proceso de reducción de los desequilibrios macroeconómicos en China, que podrían afectar bruscamente al crecimiento en ese país.