Se llama Lix y tiene el tamaño y aspecto de una lapicera, pero no usa tinta sino un filamento de plástico, el mismo que usan las impresoras 3D. Es, en realidad, justamente eso: una mínima impresora 3D, con una resistencia en su interior para derretir el plástico e ir creando filamentos en el aire. El plástico usado, por supuesto, se eligió por su capacidad para enfriarse y solidificarse muy rápido. Y hace pensar en las pistolas de calor que usan plásticos como pegamento, aunque aquí han usado un material más maleable.

Con él es posible crear objetos reales dibujando en el aire. Requiere, claro, paciencia, habilidad y un pulso envidiable. Usa unas varillas de plástico de 10 centímetros de largo, que duran unos dos minutos de dibujo constante. Según Mashable, el equipo tendrá un precio de 139,95 dólares en Estados Unidos, y usará Kickstarter para recaudar fondos.