Parece mentira pero en pleno siglo XXI hay quienes piensen que las mujeres no deberían sonreír en público, tal es el caso del viceprimer ministro de Turquía, Bülent Arinc, quien asegura que las mujeres “ya no se ruborizan ni se giran cuando los hombres las miramos a la cara”.

De la misma manera criticó que la gente se ha olvidado del Corán y condenó el consumismo, el uso excesivo de teléfonos celulares en Turquía y aprovechó para hacer un llamado al celibato entre hombres y mujeres, esto durante su discurso en el Eid al-Fitr.

Además de culpar a la televisión y a los medios de comunicación por incitar y convertir a los adolescentes turcos en “adictos sexuales”, el viceprimer ministro atribuyó a los anuncios, series, películas y programas de televisión por su contenido insinuante y erótico.

“La gente no debería hacer uso innecesario de sus vehículos personales, pues si el río Nilo tuviese gasolina en vez de agua, no habría suficiente combustible para todos los coches”, añadió.

Por su parte Ekmeleddin İhsanoğlu, candidato opositor a las presidenciales que se realizaran en agosto, ha utilizado las palabras de Arinç para hacer campaña a través de Twitter, asegurando que Turquía necesita especialmente “que las mujeres sonrían y que se escuchen sus risas”.