A los nueve años, Kristina Pimenova, considerada por numerosos medios como «la niña más bella del mundo», ya posa para Armani y Roberto Cavalli, pero la pequeña de cara angelical ignora por completo su popularidad.
Kristina, hija del futbolista Ruslan Pimenov, «es una niña muy modesta, desconoce lo que es ser una estrella», explica a la AFP Glikeria Pimenova, la madre de la joven modelo rusa, que empezó su carrera a los tres años y festeja este sábado su cumpleaños.
De grandes ojos azules, largos cabellos castaños y una sonrisa cautivadora, Kristina Pimenova cuenta con casi 2,5 millones de seguidores en Facebook y unos 500.000 más en Instagram.
Glikeria gestiona todas las cuentas de su hija en las redes sociales, donde sube casi diariamente sus mejores instantáneas.
Varios medios de comunicación extranjeros, como el británico Daily Mirror, ya la han consagrado como «la niña más bella del mundo».
Pero, aunque desfila para los grandes modistos, la pequeña «no escucha nunca la palabra ‘popularidad’ respecto a ella». «Simplemente, no la empleamos en casa», afirma Glikeria
Recientemente, Kristina suscitó una polémica tras la publicación en internet de una serie de fotos, que algunos internautas consideraron demasiado sensuales.
«¡Ella es muy joven para posar de manera tan sexualmente explícita!», denuncia una de sus admiradoras, al comentar una foto en la que Kristina, con el pelo suelto, aparece con una minifalda levantada, que deja ver sus piernas.
«¡No te olvides de ser una niña!», le aconseja otra.
La hipersexualización de las niñas es objeto regularmente de apasionados debates. En Francia, el Parlamento prohibió el pasado mes de enero los concursos de belleza para menores de 13 años con el objetivo de luchar contra «la erotización y la hipersexualización de los cuerpos de las menores».