Como cada año, el fin de las vacaciones y el inicio del calendario escolar reactivan entre los padres, especialmente entre aquellos que tienen hijos que ingresan al sistema educativo, la preocupación por el contagio de  virus en los primeros días de clases.

 

Entre los virus más comunes en los centros de cuidado infantil y en las escuelas se encuentran los responsables de enfermedades infecciosas como los resfriados, dolores de garganta, tos, vómito y diarrea.

 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los gérmenes que contaminan las manos son los mayores causantes de estas enfermedades y también de otras mucho más graves como la Hepatitis A. Sólo con lavarse en los momentos adecuados y secarse correctamente, se reduce considerablemente el riesgo de contagio.

 

Para evitar el contagio de virus y bacterias y eliminar hasta el 99% de los microorganismos, Kimberly-Clark Professional –la línea institucional de Kimberly-Clark–  recomienda seguir siete simples pasos: humedecer las manos con abundante agua, aplicar jabón, refregar las manos de 20 a 30 segundos, utilizar agua para retirar el jabón, secar las manos con toallas de papel, tirar las toallas descartables en el cesto de basura, complementar el lavado con alcohol en spray.

 

Además, es importante, tanto para grandes como para chicos, toser y estornudar sobre un pañuelo de papel, y mantener los escritorios de las escuelas y los lugares de trabajo limpios y desinfectados.

 

El lavado de manos como hábito representa una medida preventiva efectiva que es fundamental seguir incentivando. Por esta razón, la línea profesional de Kimberly-Clark promueve una cultura de buenas prácticas de higiene, a partir de consejos que garantizan la protección y la salud de las personas en todos los espacios.