La naturaleza ha sido pródiga con el departamento de Rocha, dotándolo con 200 kilómetros de playas privilegiadas sobre el Océano Atlántico, rodeadas por un entorno natural de gran belleza que invita al disfrute y el descanso. En este paraíso natural dos balnearios bien diferentes acaparan la atención del turismo, La Paloma y Punta del Diablo, verdaderas joyas de la costa de Rocha, ambos con sus particularidades y encantos.

Tranquila y fascinante, La Paloma es uno de los balnearios más antiguos del Uruguay y uno de los más icónicos, con sus espectaculares playas para todos los gustos y una infraestructura turística de gran calidad que conjuga las comodidades de la vida en ciudad con los atractivos de un entorno natural agreste, perfecto para el descanso en familia.

Los variados restaurantes, los hoteles para todos los bolsillos, el casino, las discotecas, los paseos de compras, la oferta de entretenimiento, completan la oferta de servicios de La Paloma que tiene algo para todas las edades.

Pasear por el casco viejo situado junto al faro, con sus encantadoras casas antiguas es un verdadero placer, pero también lo es su zona más moderna, donde las casas de estilo alpino destinadas principalmente al alojamiento, se sumergen en la vegetación tupida con singular belleza, lo que explica por qué La Paloma ha ejercido tanta fascinación en sus visitantes desde 1874.

Mágica y agreste, Punta del Diablo nos deslumbra con sus paisajes vírgenes y sus playas casi desiertas. Este pueblito de pescadores se ha convertido en el favorito de la juventud que acude en busca de su ambiente descontracturado y bohemio, que se complementa con una atractiva oferta de alojamiento, ocio y entretenimiento, con hoteles, apartoteles, posadas y hostales de todas las categorías, pintorescos restaurantes, alegres bares y concurridas discotecas que dan intensa vida al balneario durante el verano.

Las playas rústicas con arenas doradas y aguas verdes constituyen el corazón del balneario durante el día y la noche. Diez kilómetros de playas agrestes ideales para el surf, los deportes acuáticos o simplemente tomar sol durante el día. A la noche, la movida comienza en las playas, ya sea con sus fiestas playeras o los boliches que se ubican a su alrededor, la actividad es intensa y dura hasta la salida del sol.

Otro atractivo del balneario son sus tradicionales ferias artesanales y las rústicas boutiques que conforman un paseo de compras distendido y un espacio para la sociabilidad y el encuentro.