Memory, la mayor compañía dedicada al desarrollo de software administrativo en Uruguay, creó un sistema integral de facturación electrónica que facilitará a las empresas el proceso de dar respuesta a las nuevas exigencias planteadas por la Dirección General Impositiva (DGI).
En la actualidad, hay unas 200 empresas en el país que emiten facturas electrónicas y la aspiración del organismo recaudador es que antes de fin de año unas 1.000 hayan iniciado el proceso de migración hacia la nueva modalidad de facturación. A su vez, el objetivo de la DGI es llegar a 10.000 empresas con el sistema instalado a fines de 2015, lo que implicará la inclusión de todas las compañías de mediana y gran facturación del país.
Ante este nuevo escenario, Memory elaboró una herramienta que busca simplificar un proceso que de otra manera resultaría bastante complejo.
La propuesta fue presentada en la Sala Teatro Movie Center durante un original desayuno de trabajo al que asistieron cientos de empresarios y expertos en administración y contabilidad. El encuentro, denominado “Cuatro opinólogos y uno que sabe”, contó con la participación de los comunicadores Mariano López, Pablo Fabregat, Rafa Cotelo y Jorge Piñeyrúa, quienes se encargaron de abordar el tema con humor, para luego dar paso a la explicación técnica que brindó Roni Lieberman, director de Memory.
“El uso de la factura electrónica se nos presenta como un sistema complejo, pero será un cambio tan revolucionario como el pasaje del correo postal al e-mail. Hemos desarrollado un sistema pensado para transformar la aplicación en algo simple. Proponemos una solución integral, que incluye el software, el ingreso de datos, el testing y también los servicios de escribanos y gestores para las empresas que lo necesiten”, explicó Lieberman.
A partir de la obligatoriedad de la aplicación del sistema, las empresas deberán, como primer paso, adquirir el software de facturación electrónica. Después deberán postularse ante la DGI, solicitar un Certificado Digital en las oficinas del Correo Uruguayo y “testear” el nuevo sistema ingresando 300 comprobantes “ficticios”.
Para homologar el uso del sistema, la DGI exige el ingreso posterior de una serie de comprobantes que entrega la propia oficina recaudadora. Una vez verificado el correcto funcionamiento, se pide una declaración jurada al titular de la empresa que confirme que utilizará el sistema. El paso final es la instalación, implementación, parametrización y capacitación a los usuarios de cada empresa.
En el caso del sistema creado por Memory, la compañía se encarga del hosting del software y del archivo digital de facturas por un periodo de 5 años. En ese tiempo, la empresa solo debe ocuparse de la emisión de las facturas a través del software, que las envía tanto al servidor de Memory como a la DGI, a las que se podrá acceder a través de un código QR.
Lieberman reconoció que ajustarse al nuevo formato implica “un cambio cultural”, pero recordó que se trata de un “cambio obligatorio”. Por lo tanto, afirmó, “conviene pensar en la forma más simple de adaptarse”. En ese sentido, resaltó que la solución integral desarrollada por Memory garantiza la llegada automática de los datos a la oficina recaudadora, al tiempo que archiva la información en un servidor de Amazon, lo que brinda altos niveles de seguridad a las firmas contratantes
Por otro lado, el ejecutivo destacó que la utilización de facturas digitales, que tendrán completa validez fiscal, permitirá reducir los costos asociados al almacenamiento, impresión y al envío de documentos, con el beneficio ecológico que esto trae. Al mismo tiempo, señaló, posibilitará el ingreso automático de las facturas al software contable de las empresas.