La presidenta argentina, Cristina Fernández, manifestó en la tarde de este viernes la disposición de su Gobierno a negociar con los tenedores de bonos y la vocación de su país a honrar las deudas.

 

En un acto desarrollado en la ciudad de Rosario, transmitido por cadena nacional, con motivo del Día de la Bandera, la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner enfatizó la vocación de su país de pagar las deudas y anunció que se pedirán condiciones para una negociación justa y cumplir con el 100% de los acreedores.

Las expresiones se produjeron en momentos de altísima tensión por la decisión de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos que favoreció a los holdouts y complicó a la Argentina. «Pedimos al juez en Nueva York que genere las condiciones para que llegue a un acuerdo igualitario que sea beneficioso para el 100% de los acreedores», afirmó Cristina en un acto desde las orillas del Paraná.

«No puedo creer que una legislación de cualquier país del mundo privilegie el 1% de los acreedores al 92,4%. Creo que es necesario que se le generen las condiciones a la Argentina que se puede negociar y acordar. Dimos prueba de ello en varias deudas contraídas anteriormente», agregó la mandataria, visiblemente ofuscada por el fallo adverso en EE.UU. esta semana.

Por otra parte, Cristina Fernández defendió la política de negociación con acreedores dispuesta tanto por su Gobierno como por quien la precedió en la gestión, el ex presidente Néstor Kirchner, al señalar que «el mundo está dado vuelta y, curiosamente, los que siempre nos señalaron a nosotros como atolondrados o imprevisibles, son los que precisamente tienen ya hace bastante tiempo el mundo patas para arriba».

Se trató de la primera presentación pública de la jefa de Estado, tras la cadena nacional que dio el lunes pasado, luego de la decisión del máximo tribunal norteamericano en la que marcó que no iba a entender en la causa de los fondos buitre. Allí, la presidenta habló de «extorsión» y apuntó contra el juez del caso, Thomas Griesa, y amenazó con cambiar el lugar de pago de los bonos, una decisión que podría provocar un nuevo default.

«Acá en la Argentina lo que sobra es buena fe y lo hemos demostrado haciéndonos cargo de las deudas. Por eso, argentinos, que nadie los asuste», remarcó y agregó: «A mí me quedan un año y ocho meses de gobierno. Sería muy fácil acordar cualquier cosa. Pero antes que mi gobierno están la nación y la patria, con soberanía, con educación, con salud», dijo la mandataria. UyPress