La incidencia del sistema educativo en la creatividad y su potencial para promover el espíritu innovador fue el tema elegido para la conferencia “Innovación & Educación”, que reunió a varios expertos internacionales en Punta del Este. Ante un selecto auditorio de educadores y empresarios, el israelí Oren Simanian, las uruguayas Victoria Gómez y Mercedes Olivera, y el argentino Estanislao Bachrach analizaron el rol de la academia y sus posibilidades de adaptarse a un mundo donde el cambio es la constante y las visiones tradicionales se transforman en obsoletas.

 

Oren Simanian, CEO de StarTau, el centro de microemprendimiento de la Universidad de Tel-Aviv, consideró la existencia de una “triple hélice” en el sistema educativo, integrada por la academia, el sector privado y el público. Simanian se refirió a la experiencia desarrollada en Israel, donde tanto el ejército como las universidades realizan una fuerte inversión en investigación, y destacó la importancia de que las universidades sean capaces de transferir esos conocimientos para desarrollar tecnología aplicada a diversos sectores productivos.

 

Gómez y Olivera dictaron una charla titulada “Una escuela diferente: la primera escuela pública autosustentable de Latinoamérica”. En la misma se presentó el proyecto, basado en un edificio amigable con el medio ambiente, que además de desarrollar el plan de enseñanza vigente, promueve la innovación y la sustentabilidad como forma de vida entre los niños y sus familias.

 

Por su parte, Bachrach centró su presentación en el tema “Educación, creatividad y emociones; la mirada científica”. Con extensa experiencia como doctor en biología molecular, el reconocido conferencista argentino destacó la importancia de atender el desarrollo de los aspectos emocionales de la persona como parte fundamental del proceso de formación.

 

“Con ciertos ejercicios mentales podemos modificar la estructura del cerebro y expandir nuestra creatividad”, indicó, invitando a descubrir la potencialidad humana a partir de un trabajo desde las emociones. Como referente en temas de liderazgo y creatividad, Bachrach está convencido de que la educación debe ser considerada como un medio para impulsar la innovación tecnológica y científica, desarrollando propuestas creativas, surgidas a partir de emociones positivas. Esto vuelve a las personas más innovadoras, potenciando su espíritu emprendedor, al tiempo que las acerca al concepto de la felicidad.