La gremial expuso sus planteos para que sean considerados por la comisión de expertos que realizará las recomendaciones para la reforma de la seguridad social.

Una delegación de la Asociación Nacional de AFAP de Uruguay (ANAFAP), encabezada por Sebastián Peaguda, presidente de la entidad y gerente general de AFAP SURA, y María Dolores Benavente, secretaria de ANAFAP y gerenta general de Unión Capital AFAP, fue recibida por la Comisión de Expertos en Seguridad Social, que se encargará de realizar las recomendaciones al Poder Ejecutivo para la reforma del sistema de jubilaciones y pensiones.

Durante una extensa exposición, los representantes de las AFAP valoraron los aportes de la reforma de 1995 y realizaron una evaluación que se enfocó en derribar algunos mitos referidos a un eventual fracaso del sistema mixto y al lucro excesivo de las AFAP.

Sobre el primer punto explicaron que las AFAP en Uruguay cobran las comisiones más bajas de la región. Se ubican en 0,5% equivalente sobre saldos, lo que se considera muy competitivo en términos internacionales. A su vez, la rentabilidad financiera (ROE) de las AFAP se ha ido reduciendo con el tiempo -ronda el 25%- y se estima que bajará a 20% en los próximos años, lo que se sitúa en niveles similares a los del Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU).

En cuanto el fracaso de la reforma, dijeron que las AFAP hoy administran en su conjunto unos US$ 15.000 millones que se mantiene en cuentas individuales de cada afiliado y generando rentabilidad año a año.

Se trata, asimismo, de dinero real del que podrán disponer al momento del retiro, tanto los aportantes como sus herederos. Eso no ocurría antes, cuando el dinero en teoría se capitalizaba colectivamente en el Banco de Previsión Social (BPS), pero en la práctica simplemente los activos contemporáneos financiaban a los pasivos contemporáneos, con un BPS virtualmente quebrado y una situación insostenible a largo plazo por los sucesivos déficits entre ingresos y egresos.

En su análisis, plasmado en un informe que fue puesto a consideración de la comisión para que sea incorporado a la discusión, los representantes de ANAFAP visualizaron los desafíos del sistema en su conjunto y presentaron una serie de propuestas para optimizarlo, orientadas a promover la sustentabilidad financiera, la cobertura y la suficiencia el sistema mixto con la finalidad de mejorar el bienestar de los trabajadores y futuros jubilados.

En cuanto los desafíos del sistema, plantearon a la informalidad y los trabajos de la nueva economía como los principales desafíos comunes a todo el sistema, así como los factores demográficos que implican menos aportantes por la baja natalidad y más pasivos por mayor esperanza de vida. Esto, explicaron, determina desafíos para la sostenibilidad del BPS que ya tiene elevados niveles de aportes directos, que se deben complementar con recaudación de IVA y otros tributos.

A nivel interno, las AFAP consideran que el principal desafío es elevar la rentabilidad de sus inversiones más que reducir sus costos. En este sentido, explicaron la importancia de combinar ambas variables, ya que una diferencia de 0,14 puntos de rentabilidad en 30 años equivale en costo para el afiliado a dos puntos porcentuales de comisión sobre aportes (diferencia actual de comisión entre la más cara y la más barata). Eso, sostuvieron, debería ir de la mano con una desconcentración del mercado, que hoy asigna afiliados a la AFAP de menor comisión, sin evaluar su nivel de rentabilidad.

Finalmente plantearon una serie de propuestas de mejoras al sistema por cada uno de sus pilares.

Para el sistema en su conjunto plantean una nueva institucionalidad, con un único regulador de la seguridad social, al tiempo que consideran fundamental promover la educación financiera y previsional y simplificar los estados de cuenta jubilatorios, reducir la informalidad, el envío anual de la historia laboral, y que exista un cálculo jubilatorio oficial, ya que permitiría brindar más información y más certeza al afiliado.

Para el pilar de reparto, es decir el BPS y las cajas paraestatales, plantean vincular la edad de retiro con la evolución de la esperanza de vida, revisar los incentivos de las jubilaciones por invalidez y compatibilizar la jubilación con la continuidad del trabajo formal.

También plantean como punto fundamental instancias que permitan transparentar la información del sistema, que implicaría cuantificar la deuda contingente del BPS con los futuros jubilados, publicar un costo efectivo de cada tipo de cobertura y proveer información continua y completa para análisis independientes de las dinámicas previsionales.

En lo referido a las AFAP, plantean fomentar el ahorro voluntario, facilitando cierto grado de liquidez a los aportes adicionales, con incentivos tributarios y esquemas de fácil recolección de esos aportes, como pueden ser los descuentos directos del sueldo.

Al mismo tiempo, consideran fundamental permitir la creación de un tercer fondo para los más jóvenes, que permita una mayor capitalización al invertir en renta variable internacional  y a nivel de funcionamiento del mercado, sugieren reducir la concentración mediante una nueva regulación de comisiones con priorización de la rentabilidad neta en la asignación de los afiliados.

Finalmente, se manifiestan a favor de promover una mayor competencia en el seguro colectivo de invalidez y fallecimiento, que hoy casi triplica el costo de la comisión de administración, y promover una mayor competencia en la etapa del pago de las jubilaciones (rentas vitalicias), que hoy solo está presente mediante el Banco de Seguros del Estado.